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Después de alistarse, el par de amigos se dirigió al pequeño restaurante en el que Chae-Rook trabajaría parte de la noche, el local se encontraba algo lejos de la casa del chico, por lo que para acortar el tiempo decidieron tomar el transporte público.
Chae-Rook nunca hablaba con Yoona sobre lo fácil que esta se podía acoplar a las situaciones que se le presentaban, cuando la conoció, lo primero que se le vino a la mente fue que ella sería alguien difícil de tratar, ya que al ser hija de sus instructores y dos de los bailarinas más conocidos en Corea, podría ser posible que si hija fuera arrogante y pretenciosa, pero Yoona era todo lo contrario, siempre trataba de que las demás personas se enteraran quienes eran sus padres, y todo lo que ella tenía lo había conseguido con su sangre, sudor y lágrimas.
- ¡Yah! - sintió unos chasquidos a lado de sus oídos, así que rápidamente dirigió su vista a la chica - ¿Aquí tenemos que bajar?
- Sí, baja rápido - los chicos se levantaron y salieron del bus
Caminaron un poco y entraron en el pequeño restaurante, en donde claramente se observar como el dueño trataba de organizar todo.
- ¡Chae-Rook! Llegaste en el momento indicado - dejó de colocar plástico en los platos para mirar al chico, pero luego pudo observar que a lado de él se encontraba Yoona, que levantaba su cuerpo en las puntas de sus pies, para luego dejar caer su peso en sus talones y repetirlo, tal cual los niños pequeños hacen cuando están aburridos. - ¿Tú vienes con él? - le preguntó mientras apuntaba a Chae-Rook, que ya se encontraba acomodando algunos de los pedidos.
- Sí, pero no - hizo una mueca - Vine a comer aquí - sonrió mientras tocaba su abdomen
- ¡Claro!, tome asiento por favor - el señor le indicó con sus manos una mensa en la cual se podía sentar - Ahora mismo le traigo su pedido
La chica pidió todo lo que quería comer, sería la última vez que podría comer con tanta libertad, ya que Yoona había planeado comenzar a ser bailarina de tiempo completo, por lo que en un futuro tendría que hacer algunas dietas para poder mantener su figura.
Una vez que el hombre terminó de anotar el pedido, se dirigió a la cocina para darle la orden al cocinero y después regresó con Chae-Rook para ayudarle a empaquetar algunos platos
- Hey - susurró pero no logró llamar la atención de el chico, por lo que se acercó más a él - ¡Chae-Rook! - le susurró más fuerte
- ¿Qué?
- ¿Esa chica en realidad viene contigo? - preguntó mientras veía disimuladamente a Yoona
- Sí - respondió algo obvio
El hombre asintió y se alejó de él, segundos después se volvió a acercar
- ¡Chae-Rook! - susurró nuevamente
- ¿Qué?- contestó algo irritado
- ¿Ustedes dos están saliendo? - preguntó con más curiosidad
