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- Papá, ¿No crees que Chae-Rok le está exigiendo demasiado al señor Shim? - dijo Yoona al bajar del auto
- Si te digo que no, no te estaría siendo sincero
- ¿Entonces? - se metió de nuevo al auto - ¿Por qué lo dejas hacer eso?
- Tú sabes que tengo una razón para todo - se recostó en el asiento y cerró los ojos, después de un rato de silencio, entre abrió su ojo derecho, para ver que su hija seguía ahí con una mirada seria - ¡Yah!, baja del auto, tu madre me matará
- Está bien, nos vemos mañana - la chica bajó nuevamente y entró a su hogar, mentiría si decía que no extrañaba los tiempos en los cuales sus padres no estaban separados, pero al menos estaba agradecida de que soportaran la presencia del otro.
- ¿Por qué tan tarde Yoona? - Yoona abrió la boca para responder - Como sea, ven y siéntate, tenemos mucho tiempo que no cenamos juntas - sonrió colocando los platos sobre la mesa
Yoona se encontraba haciendo la limpieza del hogar, su madre le había dado permiso de faltar a la academia, pero claro que no sería gratis, por lo que le dijo que si cuando llegara la casa no estaba en orden, nunca más la dejaría faltar a un ensayo,
Estaba secando los platos, cuando su celular comenzó a sonar, por lo que de manera rápida, dejó el trapo y los platos de lado.
- ¿Hola?
- Yoona-shi - se escuchó la voz de Chae-Rok - ¿Puedes venir a la tienda de ropa?
- ¿Por qué? - dijo confundida
- Pues, el señor Shim logró la prueba
- ¡No puede ser! - Yoona se cubrió la boca con su mano
- Lo sé, ¿Puedes creerlo? Sólo será una car...
- ¡Eso es asombroso!, Espérenme afuera de la academia
La chica salió corriendo de la casa dejando todo lo que estaba haciendo, realmente no le temía mucho al regaño que podía recibir de su madre.
Corrió lo más rápido que pudo hasta llegar al lugar acordado, donde como habían hablado, se encontraban el señor Shim y su amigo. Recargó sus manos en sus rodillas tratando de recuperar el aire.
- Señorita, ¿Está bien? ¿Quiere algo de agua? - el mayor se acercó y le sobo un poco su espalda
- ¡Estoy más que lista! - se recobró de repente asustando al señor - ¡Ya podemos irnos! - enredó sus brazos con los de los dos hombres que la acompañaban, comenzando a caminar hacia su destino.
Después de comprar todo lo necesario, el señor Shim se ofreció a dejarlos en el restaurante en el que trabajaban, obteniendo una clara respuesta negativa por parte de Chae-Rok, así que después de despedirse, los jóvenes comenzaron a caminar.
- ¿Por qué te entusiasma tanto la idea de que ese anciano quiera aprender a bailar? - cuestionó el chico mirando a su amiga.
- No lo sé, me parece algo tierno que quiera aprender - dió un sorbo a su café frío - La verdad no creo que vaya a ser molesto, creo que no dejará algo bueno a todos
- Si tú lo dices - despeinó el negro cabello de la chica
Cuando estaban por entrar al restaurante, un dolor en el tobillo de la chica hizo que esta casi callera
- Yoona-shi ¿Todo bien? - preguntó Char-Rok mientras la sostenía
- Sí, no te preocupes, creo que pisé mal - sonrió tratando de tranquilizar a su amigo
- Ya ha pasado un tiempo y tu tobillo sigue molestandote, te llevaré con mi ortopedista - tomó el bolso de la chica - No acepto un no como respuesta, ¿OK? - la chica le sonrió, dando a entender que estaba de acuerdo con lo dicho. Entraron al local y se dirigieron a los casilleros.
La gran mayoría de los pasantes que ya se encontraban dentro habían visto la escena de afuera, por lo que se lograban escuchar algunos murmullos preguntando la relación de los dos chicos
- ¿No te pareció que eso podría ser la escena de un drama romántico? - Eun-Ho escuchó a la compañera
- ¿Por qué lo dices ? - dijo algo confundida, poniendo su vista en los dos chicos que hablaban junto con algunos de sus compañeros
- Ponte a pensarlo unnie - se acercó más a ella - Tenemos que admitir que Lee Char-Rok es alguien muy atractivo, creo que mide más de 1.80, tiene un aura misteriosa, e insisto, es muy atractivo - Eun-Ho escuchaba atenta - Y luego tenemos a Ki Yoona, una chica muy guapa, delgada y alta, aproximadamente mide 1.70 - la chica entrecerró sus ojos - Heredó la belleza y elegancia de sus padres
- No, es la primera vez que la veo en persona - su compañera encogió los hombros - ¿No sabías que Yoona es la hija de los dos bailarines de ballet más conocidos del país? - Eun-Ho negó
Cuando estaba por responder con otra pregunta, alguien les indicó que todos los presentes tenían que ir a la oficina junto con la directora del restaurante para hablar sobre algunos asuntos que eran importantes.
- Lee Yoona, asegurate de que lleven cafés - le indicó el hombre, a lo que ella asintió
Eun-Ho estaba por salir, cuando sintió una mano en su hombro.
- Lleva los cafés - dijo con una sonrisa
- Pero, a ti te dijeron que lo hicie... - el dedo de Yoona se posó en los labios de la menor, ocasionando que esta dejara de hablar.
- Soy tu superior - le susurró - Tienes que hacer lo que yo te indique ¿Entiendes? - dijo con una sonrisa - Así que lleva el café - La bailarina dejó el lugar.
La menor estaba más que segura que aquella chica tenía algo en contra de ella, le frustraba no saber la razón por la cual la trataba así, pero no se podía quejar, si lo hacía, recibiría una llamada de atención por parte de sus superiores.
Una vez con la bandeja llena de las bebidas, se dirigió a la oficina de la directora, en la puerta se encontró con los dos amigos que estaban por entrar, ella aceleró el paso, pensando que le abriría la puerta que que estando Chae-Rok presenté, Yoona no la trataría de manera tajante, pero fue todo lo contrario. Eun-Ho vió como el chico abría la puerta para dejar pasar a su amiga, por lo que trató de acelerar el paso.
- Espera - dijo, pero fue ignorada por él y la puerta se cerró, ocasionando que las bebidas se derramaran un poco.
Esto poco a poco se estaba convirtiendo en una pesadilla para la menor de los Shim
