Taehyung se despertó con una extraña sensación en el cuerpo. Giró la cabeza y vio que su despertador ni siquiera había sonado y que marcaba como fecha el lunes 6 de abril.
Sin embargo, no pudo seguir durmiendo.
Salió de la cama de nuevo con esa sensación extraña envolviéndolo y caminó hacia el baño para espabilarse un poco echándose algo de agua en la cara.
Bajó las escaleras y llegó a la planta baja de su casa. Entró a la cocina y se dirigió a la alacena. Se preparó lo que su cabeza le decía que preparara, como si esta ya hubiera decidido hacía mucho tiempo qué debía comer.
Se tomó las tostadas con mantequilla y mermelada, un zumo de naranja y después volvió a su habitación para colocarse el uniforme.
Se miró en el espejo viéndose algo extraño en el rostro.
¿Qué era?
Negó efusivamente, sintiendo que aquella mañana se había levantado dándole demasiadas vueltas a la cabeza.
Después salió de casa, notando como si la señora que pasaba en aquel instante por enfrente de su jardín con un elegante coche azul ya la hubiera visto antes.
No. Imposible. Ni siquiera la conocía.
Se había levantado algo atontado. Esa tenía que ser la respuesta.
「❀」
— ¡Taehyung!
Ante aquel grito, el peli gris miró a su amigo que le dedicaba una mirada de total extrañeza.
— ¿Qué te pasa? No me estás prestando atención — le dijo Jimin con algo de enfado
— Perdón. Es que… — miró a su mejor amigo unos segundos — Jimin
— ¿Sí?
— ¿Desde cuándo tienes el cabello rosa?
— ¿Qué? Taehyung, lo tengo así desde hace más de un año. ¿A qué viene eso?
El más pequeño apartó la vista algo confuso. También se le había hecho raro ver a su amigo. Era… extraño.
— Taehyungie, ¿estás bien? Te noto… raro
Se quedó en silencio varios segundos, no sabiendo muy bien qué responder. Hasta Jimin se había percatado. Sí. Había algo que no le cuadraba. Algo que no entendía.
— Es sólo que… — miró al peli rosa que le entregó una expresión de apremiación — No. Nada. Olvídalo
— ¿Seguro?
— Sí, sí — hizo aspavientos con sus manos para quitarle hierro al asunto — Creo que me he levantado algo atontado
— Bueno, eso no es novedad
— Ja, ja. Muy gracioso — le respondió poniendo los ojos en blanco
Jimin rió con aquella risa tan linda que tenía y le colocó una mano en el hombro.
— Sabes que estoy aquí para cualquier cosa, ¿sí?
Taehyung lo miró y le dedicó una sonrisa sincera.
— Gracias, Jiminie
Estaba a punto de preguntarle cuál era la primera clase de aquella mañana cuando alguien entró por la puerta del aula.
El corazón de Taehyung dió un vuelco sin siquiera entenderlo.
Era él.
Pero, ¿qué más daba que fuera era él?
Tenía el cabello castaño y vestía el uniforme del colegio aunque con una particulariedad. No portaba la chaqueta roja, signo de su instituto, sino una negra. Y Taehyung sabía por qué. Porque no le gustaba para nada el color de la chaqueta oficial
¿Cómo tenía claro eso si ni siquiera conocía a aquel chico? Ni él lo sabia, pero así lo sentía.
El castaño se sentó en el asiento que estaba a su lado y Taehyung no pudo quitarle la vista de encima, sintiendo que conocía demasiado de él pero a la vez no.
Jeon Jungkook. Así se llamaba.
Eso no le asombró saberlo. Después de todo, eran compañeros de clase, pero lo de la chaqueta… le asustó saber algo tan concreto de un completo desconocido.
— ¿Pasa algo? — le preguntó el chico
Cuando escuchó su voz se sintió completamente atontado. Esa voz era tan familiar, como si la hubiera oído cientos de veces.
— Disculpa… ¿hice algo mal?
Taehyung reaccionó y se lo quedó mirando, sin saber qué decir. Después de todo, ¿qué iba a responderle? ¿Que sentía que lo conocía a la perfección cuando nunca habían hablado en su vida? Iba a quedar como un auténtico lunático.
— N-no — le respondió con una voz más baja de lo normal
El chico simplemente asintió y volvió su vista hacia su mochila, para sacar los libros de la primera clase.
Y Taehyung decidió hacer lo mismo. Empezaba a sentir como si se estuviera volviendo loco.
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Last Memories 「 kooktae」
RomanceTaehyung sentía que ya había vivido ese día. También esa semana. Ese mes y ese año. Sentía como si su vida entera de repente fuera un gigantesco déjà vu. Y también estaba ese chico, Jeon Jungkook. Alguien con el que nunca había cruzado ni una sola p...
