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|CAPÍTULO CATORCE|

- ¿Tienes una habitación vacía? -  Ante la pregunta de Jace mi ceño se frunció con confusión mientras Alec lo miraba también, solo que con una mezcla de molestia

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- ¿Tienes una habitación vacía? -  Ante la pregunta de Jace mi ceño se frunció con confusión mientras Alec lo miraba también, solo que con una mezcla de molestia.

- Amm... - Mientras caminábamos por el corto pasillo hacia mi habitación de invitados Jace contaba que lo habían corrido del instituto. Así que mostre empatia y lo deje quedarse en mi casa.

Abri la puerta para mostrarle la habitación al fondo del pasillo.

- Es lo que tengo -

- Tu gritas dinero definitivamente - Jace entro dejando su maleta sobre la cama perfectamente acomodaba.
Era un poco mas pequeña que mi habitación,  pero tenia lo básico:Una ventana amplia, una cama muy cómoda, un sofá y un escritorio. Además de closet y baño propio.

- ¿Cuanto piensas quedarte aquí? - Alec pregunto cruzado de brazos.

- Velo cómo que soy el guardián de Liv -

- Mas bien ella será tu guardiana, Jace - Le reprocho.

- Me ofendes, Alec - Este suspiro.


***

- Tu novio me agrado mucho  - Amy sonríe - Y se ve que te hace mas feliz - Comento mientras caminábamos de salida después de que las clases terminaran.

- Eres la única que me a comentado algo al respecto -

- Sabemos como son - Ella gira los ojos. Asentí.

- Sus opiniones dejaron de importarme hace mucho tiempo - Respondí después de beber un poco de mi cafe.

- Eso si. ¿Estas lista para la gran audición? -

- No, no realmente - Mi estomago se contrajo de los nervios. Nisiquiera había practicado lo suficiente.
El curso terminaba muy pronto y abria el gran paso para la academia de arte dramático mas importante de New York para la que me había preparado tanto tiempo. Debia comenzar a prepararme mas.

...

Por la tarde Alec aparecio en la puerta de mi casa y pedimos algo para comer, por lo que Jace salio de la habitación para llevarse un poco mientras evitaba la mirada seria de su parabatai.
Por lo que asegure que no era un problema, bueno mas o menos. Evitando comentar sobre las chicas y los ruidos raros.

- Te traje esto - Me tendió una caja negra con un moño blanco. Sonrei sorprendida mientras la tomaba.

- ¿Qué es? -

- Abrelo -

Aun con una sonrisa lo hice lentamente, tratando de no dañar el moño.

- Dicen que es la piedra del amor, aunque seguramente tu sabes más - Sonrei al ver el cuarzo rosa en un collar.

MUNDANA | Alec Lightwood Where stories live. Discover now