08.

6.6K 515 380
                                    

Londres Inglaterra.
2024
Mansión Malfoy.

[Avizo: este capítulo contiene una narrativa para adultos que involucra a una jovén y un hombre adulto. Mantener discresión u omitirla y pasar al siguiente capitulo en caso de que no les sea agradable.]

El ambiente parece un mar tranquilo, la luz de la luna golpea en la ventana alumbrando el interior. No paso mucho tiempo para que el señor Malfoy me tomara en brazos y me llevara a la cama, estoy mentalmente preparada para esto.

Mis respiraciones son constantes y exhaltadas, siento como si mis organos fueran a salirse de mi pecho mientras el sigue arriba mio mirandome a los ojos.

Estoy segura de que se dormira muy pronto y esto acabara antes de lo esperado.

—¿No va a empezar?—cuestione al hombre que llevaba unos minutos apreciando mi rostro y que aun seguia conservando su ropa.

—Tu rostro me demuestra que eres una santa, pero tus acciones no.

—¿Se esta burlando de mi? Si lo es, no pienso hacerlo. Haga su trabajo y que sea depriza.

—Me estas hablando como si fuera un puto esclavo y eso me jode un poco.

—Lo lamento señor Malfoy. ¿Mejor?

—¿Seguiras tratandome de usted y hablandome por mi apellido aun estando en la cama?

—Es costumbre, nunca me permitio llevarme bien con usted.

—Ahora también eres una Malfoy Dominique.—comienza a quitarse su camisa.—Y si me sigues llamando asi sera dificíl saber si lo haces conmigo o con mi hijo.

Esto es demaciado normal para el, ya que es un hombre con un buen cuerpo y espalda tonificada. Pero no esperaba que fuera tan bueno seduciendo a alguien, es por eso que aquella mujer en su despacho se veia tan complacida.

—Dominique, grita mi nombre cuando empieces a sentir placer para que todos los de afuera puedan escucharte incluido mi propio hijo.

Poco a poco el hombre acerca su rostro al mio con intenciones de envolver mis labios con los suyos pero no se lo permito haciendo girar mi rostro a un lado contrario.

—No me bese.

—Cierto, tus labios son prohibidos. Aunque es raro que no me permitas hacerlo, veces atrás ya tenia tu lengua dominada por la mia.

—Eso no significa que pueda besarme en cualquier otra parte de mi cuerpo.

—¿Entonces deberia besarte de pies a cabeza para saber que lugares son los que no te gustan?

—No es eso, es que se siente extraño.

Evito mirarlo a los ojos por lo incomoda que me siento, puedo sentir lo ruborizada que estoy y como me imponen estando en esta posición, es un maldito.

—Pero no hice nada extraño aún.—Suelta una pequeña risa incredula.

Las plabras parecen detenerse al salir de mi boca, el besa mi cuello y siento su respiración tan intensa que me provoca escalofrios.

A ESCONDIDAS | d.mWhere stories live. Discover now