A ESCONDIDAS | d.m

03.

03.
Londres Inglaterra
2023

Ladeo la pajita de un lado a otro dentro de la bebida recordando todo lo que habia sucedido anoche. La manera en que sus labios llamaban mi atención mientras me retenia en la puerta de su oficina, su olor, su altura y su imponente mirada.

No era una actitud propia de un suegro a su nuera, parecia intentar algo más que una simple invitación a beber agua y agradecer el hospedaje.

Y sobretodo aquel comentario que no me dejo dormir en lo absoluto. Era claro que el me habia estado observando mientras me duchaba.

Aquellos ojos grises se habian encontrado con los mios en aquel momento, pensando que era Scorpius. Siento una incomodidad terrible, pero me mantendre callada.

Evitare todo tipo de contacto con el señor Malfoy. Su actitud me resulta extraña. Bueno, el siempre ha sido muy frio y hostíl con las personas. Nisiquiera se intereso en saber con que clase de chica se comprometia con su hijo desde el primer día que lo conocí.

En fin, no quiero pensar más.

—¿Dominique?

—¿Sí?

Mis pensamientos cesan al ver a Charlotte quién se encuentra frente a mi. Se encontraba extrañada por mi desinteres en esta pequeña salida. Miro mi bebida la cual habia tenido un pequeño corazón de crema batida al extremo echo un dezastre por haberla movido con ayuda de la pajita.

—¿Sucede algo? Estas perdida, te hable como diez veces.—Menciona mientras le da un sorbo a su cafe.

—En lo absoluto.—sonrio por mis adentros.

Su cabello rojizo combina con su boina en color crema, esos tonos calidos van con ella. Es mi mejor amiga dentro y fuera de las clases de Hogwarts, vive en el centro de Londres y tiene los mejores consejos.

Decidí invitarla a salir mientras Scorpius sigue familiarizandose con su futuro trabajo y evitar la mansión y sobretodo a ya saben quién durante un largo tiempo.

Seguro que esta salida de distraera un poco, y con ayuda de Charlotte podre buscar algo lindo para mi.

—Y bien, ¿Ya tienes todo listo para el gran día?—muestra una sonrisa de oreja a oreja.

—Si, al parecer ya esta todo listo. Es cuestión de esperar a que llegue el día.

—Es por eso que hoy me acompañaras a comprar el vestido perfecto para esa boda. Quiero que Marcus Zabini derrame saliva al verme.

Sonrio ante el comentario.

Pagamos la cuenta de la cafeteria y nos abrigamos para salir en busca de algo bonito para Charlotte. El frio era un infierno, me dolian las mejillas al sentirlo golpear mi rostro.

También mi vestuario no era más comodo para la ocasión. (una camisa de cuello en triangulo de manga larga, una falta mezclilla que cubre por encima de mis pantorrillas, botas de cuero altas y una gabardina)

Después de entrar y recorrer algunas tiendas departamentale de vestidos lindos y elegantes, Charlotte decidio comprar uno que ajustaba a su cuerpo, es delgada, tiene buen trasero y muy poco seno. A ella todo le queda bien.