Lo que emocionó a las niñas, ya que su padre les había dicho que recorrerían el mundo y él les mostraría la infinidad de cosas que este tenía para ofrecerles.

Eso las había convencido, por ahora.

―¿Pueden sentirla? ―interrogó finalmente. Una parte de él deseaba que lo que había cruzado por su mente era simplemente algo absurdo, pero cuando veía el estado de sus hijas casi como drenadas, no podía dejar de evitar pensar en ello.

―Siento que algo cambió. En el camino, escuchaba música y veía gente bailar ―habló Hope mirando nuevamente por el ventanal del balcón que le ofrecía la vista a las calles del Barrio. La ciudad de Nueva Orleans era caracterizada por su música, festivales y las misteriosas historias que había detrás. El sonido estridente del jazz raramente se escuchaba en las calles y mucho menos en un club, difícilmente había turistas visitando la Ciudad Crescent y eran muy pocas las personas que vivían en el Barrio que se escuchaban reír y hablar. Todo se veía con falta de vida ―. Pero todo se silenció tras su regreso. Está drenando toda la ciudad; ya se llevó al tío Elijah y... pronto vendrá por nosotros. ―Morgan dejó escapar un gemido ahogado, cubriéndose el rostro con ambas manos. Klaus la acunó más contra su pecho mientras acariciaba su espalda de forma tranquilizadora.

―Hope, hija ―dijo, aproximándose a ella para bajar a su altura y colocar a Morgan en el suelo. Tomó las manos de ambas hermanas ―. Sé que ambas están asustadas. Pero por muchos años, mucha gente mala ha intentado hacernos daño ―añadió Klaus soltando la mano de Morgan y pasando la misma sobre su mejilla de forma protectora ―. Pero todos ellos han fallado y el Hollow no será diferente. 

―No ―negó Hope, mirando a su padre con expresión preocupante ―. Ella sí es diferente. ―y Niklaus no podía refutar ante algo que no era conscientes de lo que se sentía; Hope y Morgan eran perceptibles a cosas que no estaban en el plano de los vivos, y Klaus sabía que ninguna palabra de consuelo serviría para aplacar esas sensaciones.

―Hey. ―la mitad del cuerpo de Hayley se asomó por la puerta de la habitación y una empática sonrisa se dibujó en sus labios ―¿Crees poder venir por un momento? Necesito mostrarte algo.

El híbrido simplemente asintió para cuando dejó a las niñas en el estudio, en compañía de algunos juguetes y de la promesa que pronto volvería. Una vez en el pasillo, Klaus suspiró sosteniendo el picaporte de la puerta, temía por sus hijas. Pero terminó apartando cualquier pensamiento para dirigirse al cuarto dónde habían re-ubicado el féretro de Elijah y dónde Freya había preparado todos los instrumentos e ingredientes necesarios para traerlo de regreso.

― ¿Qué ocurre? ―preguntó Klaus al arribar, dando una furtiva mirada al pálido rostro de Elijah que permanecía sereno, sumido en un inquebrantable sueño.

―Es el pendiente ―respondió Hayley ―. Está comenzando a quebrajarse. ―se lo entregó a Klaus, señalándole a pequeña fisura que se extendía en uno de los laterales. En su interior, una luz blanca se movía, desplegando fugaces destellos brillantes que iban de un extremo al otro.

―¿Qué haremos? ―inquirió Klaus, regresándoselo.

―A pesar del hechizo que le puse, el pendiente es cada vez más inestable ―explicó Freya, extendiendo sus manos a lo largo del ataúd de Elijah ―. Y no seré capaz de seguir conteniéndolo por mucho tiempo; necesitamos la forma de resucitarlo y debe ser ésta noche, de otra forma, lo perderemos para siempre. ―más de uno tragó saliva en seco, mientras evitaban mirar a Elijah, casi con vergüenza.

―Necesitaríamos más poder. ―murmuró Hayley.

―Y para ello, déjenme adivinar, necesitaríamos un gran sacrificio. ―suspiró Klaus.

⁴ 𝐂𝐔𝐑𝐒𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓On viuen les histories. Descobreix ara