ENSEÑAME (omegaverse) (Completa)

P2: CAPITULO 7

Conforme pasaban los mese, los dos muchachos se habían conocido un poco más, Yin sabía lo que a War le gustaba comer, las náuseas ya habían desaparecido por lo que cada día al salir del trabajo le compraba algún postre, o cualquier antojo que se ocurriera al menor, el alfa amaba consentir a su Omega y procuraba concederle todos sus caprichos. Cada día estaban agradecidos de haberse encontrado y darse cuenta que eran una pareja predestinada que eran almas gemelas y lo rara casi milagroso de ese suceso, comprobando que los enlaces formados en el cielo eran tan fuertes que mi siquiera los más poderoso supresores pudieron impedir que se embarazaran y aunque les tomo un poco darse cuenta que los dos eran una sola alma, ahí estaba felices, agradecidos y con añoranza de ver a su bebé, el doctor que llevaba el embarazo de War era muy amigable y de mente abierta por lo que sugirió a al pareja de suavizaran sus prácticas sexuales, les pidió que suspendiera los juguetes sexuales rudos como floggers o cualquier otra cosa que pudiera causar algún problema al bebé hasta que éste Nazca, ya luego podían volver a dejar volar su imaginación, los jóvenes aceptaron las sugerencias a pesar de como el médico no mencionó esposas  o ataduras, de vez en cuando las incluían en sus encuentros.
Cuando Sophie y Rose se enteraron del embarazo de War y tras la explicación del porque los supresores fallaron y de lo mucho que se amaban, las dos mujeres no objetaron cuando Yin decidió tomarse un tiempo libre, acudiendo cuando era estrictamente necesario a la oficina, pasando el resto del su tiempo con su esposo viendo crecer esa pancita.
La aparente tranquilidad de las mujeres era algo sospechosa aunque los jóvenes se lo atribuían a qué para ellas lo importante era que el matrimonio siga en pie para sus negocios, por lo que no profundizaron en esa idea.
Yin conducía el auto con War a su lado, iban con rumbo al hospital, pues hoy era el día que en la ecografía verían más claramente al bebé y sabrían el sexo. Al llegar al lugar, los muchachos fueron directamente a la oficina de la consulta, el médico los recibió con su sonrisa característica , tras revisar los resultados de sangre y comprobar que todo estaba bien, condujo al Omega al sillón donde llevarían a cabo la ecografía , tras poner una capa de gel frío en todo el estómago del muchacho invito a Yin a ponerse a lado del menor mientras recorría con el aparato el vientre, cuando el doctor localizo, el corazón , encendió el botón y dejó oír el latido a los emocionados padres que sonreían y empezaban a derramar lágrimas de felicidad, el doctor siguió con su exploración, deteniéndose una vez más y mostrando la pantalla, indicando que el bebé era una niña, los esposos no pudieron contener las lágrimas de la emoción porque ellos deseaban que su primera hija se niña, porque de seguro este bebé era el primero de muchos más que vendrían.
Al salir del hospital, se dirigieron a una heladería para celebrar que su bebé era una niña ya que al  castaño se le antojo un enorme helado de fresa con leche condensada y chispas de chocolate. Luego fueron a la tienda de ropa para comprarle el primer trajecito de su hijita, eligieron una conjunto color lila y uno color blanco, Yin a su vez elegido un peluche en forma de media luna que tenía un lobo aullando bordado y salieron del lugar rumbo a casa.
Durante el viaje de retorno los jóvenes vivan analizando que nombre le iban a poner a la bebé, pero por el momento no había alguno que les gustará a los dos, War se inclinaba por nombres ancestrales mientras que Yin buscaba un nombres raros.
No era extraño que la posesividad del alfa estuviera un poco más presente, ya que a  los alfas les encantaba tener a sus omegas embarazados era como mostrar que ellos lo habían logrado y que el Omega les pertenecía, este comportamiento extrañamente no molestaba a War que siempre fue independiente, le gustaba sentirse cuidado, mimado por lo que a veces abusaba del alfa haciéndolo comprar cosas que se antojaban a la madrugada y haciendo un puchero o berrinche si el mayor no las conseguía rápidamente. La vida de la muchachos era realmente perfecta, el amor que se sentían mutuamente era grande por lo que el alfa pregunto.
_ Cariño, creo que los dos estamos seguros de lo que sentimos y en estos casi cinco meses me ha sido cada vez más difícil el evitar marcarte, explicó el alfa sin soltarse del abrazo que compartía con su compañero en el sofá de la sala donde veían una película.
_ Creí que no habías hecho porque aún no estabas seguro, musitó el menor mirando a los ojos del contrario.
_ Amor, estuve seguro de que eran mío desde el día de la subasta en el seminario de ahí que no iba a permitir que nadie te tuviese, dijo el alfa depositando un beso casto en la frente de su marido.
_ Tener tu marca es lo que más deseo, señaló el Omega, con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.
_Eso lo solucionaremos ahorita mismo, musitó el pelinegro tomando al chico en sus brazos y dirigiéndose a la habitación.