30 días de OTP spartor

Día 13: Con el pasivo encima

(Hubo una pequeña modificación en el pasado de Andrés, es básicamente para incluir a Víctor, ya que con los cambios en el primer capítulo sabrán que son hermanos de sangre, si gustan leerlo pueden hacerlo)

Pov. Narradora:

El menor de ambos se encontraba caminando un rato por el bosque, junto al mayor, mientras ambos conversaban sobre temas triviales

Ante los ojos de cualquier persona, en este momento ninguno de los dos parecían pareja, pero los dos sabían que cada quien necesitaba su espacio, y se lo otorgaban sin ningún problema

Si que era cierto que cuando querían, podían ser la pareja más cariñosa de todo el mundo, y cuando no, se trataban amablemente como si de un simple amigo se tratasen

Este era uno de esos momentos, aunque el mayor caminará con un brazo tras el cuello del menor, hablaban con chistes y sobre sus propias vidas, entre pequeños abrazos y caricias

Las risas a carcajadas de parte de ambos se lograban oír a kilómetros de distancia, la cual, se combinaba con el ruido de las hojas de los árboles moviéndose, los cantos de los pájaros y el ruido de una corriente marina, pues cerca de ellos reposaba un río, pequeño, pero completamente limpio y reluciente

Las vistas eran simplemente hermosas, el menor se deslumbraba con los rayos anaranjados del atardecer, que relucía por sobre una pequeña pendiente de rocas, y justo en medio de esta, una cascada de tonos azules y turquesas, con el agua brillante, debido a un extraño fenómeno que difícilmente se ve, y a lo lejos, las pequeñas estrellas que recién empezaban a notarse 

Su cara reflejaba asombro y emoción, sus ojos bien abiertos, con un brillo peculiar, y su boca entreabierta por lo asombroso del espectáculo, su mano izquierda entrelazada con la derecha del mayor, quien solo admiraba el lindo rostro de su compañero, sin que esté se percatara de la constante mirada de Ari, y una sonrisa enternecida se poso entre sus recién teñidas mejillas, de un color carmín suave, casi invisible por los rayos solares

Finalmente el sol termino de ponerse, y con esto, la cara del menor regreso a la normalidad, ahora con una tierna sonrisa amplia, y sus ojos cerrados cuál niño pequeño

El mayor paso por delante de Andrés, lo tomo del mentón y le regaló una hermosa sonrisa, tras el, el hermoso paisaje terminaba de darle el toque a Ari, y el menor, no pudo evitar sonrojarse ante tan bonita imagen

Su mano desocupada, se encargó de tomarlo de la cadera y juntar ambos cuerpos, regalandole un beso tierno y delicado a los labios del menor, quien correspondió casi al instante

Unos minutos fueron necesarios para que ambos se separasen, para ese momento, el cielo era adornado por ustedes (favor de, si no entendieron, leer al final del capítulo), el oscuro color azul del cielo hacían deslumbrar la gran luna blanca, y las aguas coloridas tras ambos amantes

Una sonrisa de parte del mayor, sin ni una palabra, ambos tenían más que claro lo que pensaba el otro, y sus ojos reflejaban amor puro, para cualquier persona, ambos eran almas gemelas, no cabía duda

—No sé cómo logras que cada día me enamore más de tí—dijo suavemente, el chico de ojos bicolor

—Que haría yo sin tus dulces palabras—respondió el menor, abrazando por el cuello a su contrario, y sonriendo, mientras, su cabeza reposaba en el hombro del pelirrojo, era bastante cómodo pues, el mayor le sacaba fácil unos 15 centímetros de ventaja

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Habían regresado a su casa, el frío de la noche comenzaba a azotar a toda la ciudad, y esta pareja no era la excepción