Eres tan bella como la luna, deslumbrándome con su hermosura.
Sí supiera cuanto te amo, perderías la compostura para poder abrazarme, besarme y acariciarme con dulzura; así como si nos hubiéramos amado desde antes, como sí tuviésemos una relación a distancia y que por nuestras indiferencias no nos pudimos encontrar.
Quiero que sepas que cuando llegue la hora de mí partir al otro lado de la existencia, te seguiré amando, por lo tanto, te esperaría en el más allá, para continuar juntos por toda la eternidad.
