Séptimo: Causales sin nombre

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"Cuando el corazón vence al ego,

el necio se convierte en sabio."

     En la misma medida en la que nos parecemos a los animales con varios comportamientos, hay flores que guardan un aspecto similar a nosotros por sus tantos acondicionamientos.

     Por ejemplo con la flor de loto, que brota desde el fango, para posteriormente abrirse y deleitar con su encanto interno, pues ya ha crecido lo suficiente para mostrarse al mundo como en verdad es. Del mismo modo, pero de la otra cara de la moneda, están las plantas venenosas, que brotan en la mayoría de sitios, son fáciles de percibir, pues se ensañan sin razón, tratando de descomponer todo lo que les toca.

     La flor de loto sin tener en cuenta las condiciones en las que se estaba desarrollando, encandila con su esplendor una vez se suelta con el mundo. Las plantas venenosas, genéricas y descendientes de casi cualquier zona con mejores condiciones de desarrollo, terminan por literalmente envenenar, pues visto a leguas este es su principal funcionamiento.

    Si pasamos esto a un ámbito cotidiano con cualquier persona que hayas conocido hasta día de hoy, caerás en cuenta de quien ajusta con que. En nuestro caso no solo abarca la forma en la que crecemos, el lugar hacia donde termina por apuntar nuestra brújula; las amistades, mentalidad y demás, van moviendo los hilos de tu inconsciente de manera silenciosa. Quien carece de personalidad, por mejor desarrollo que le haya dado su familia, el sitio donde vivió e instituciones donde creció, tomará todas las toxinas que le brinda su entorno, adoptando las posturas que perciba a lado suyo, creyendo que solo con drogas puede expresarse; mientras que alguien con suficiente personalidad y solidaridad, así haya sido puesto contra las cuerdas toda la vida, tuviese las peores influencias o ejemplos dentro de casa, optará por aquello que lo haga sentir bien junto a su alrededor.

     Estamos viendo lo tópico desde lo distópico, dado que existe la falsa creencia de que la manera en que creciste justifica en quien te has convertido, y claro que el trasfondo es un importantísimo punto de partida, pero no define la otra tercera parte de lo que se ha ocasionado. Te pongan el titulo que te pongan, tu esencia es solo una, por más distorsionada que la quieras poner, la naturaleza es naturaleza, y podrás colocar cuantas cosas gustes encima de esta, pero si no trabajaste partiendo desde tu persona, todo lo demás perderá su uniformidad, acabarás por desconocerte. Del modo en que un jardinero le da forma al árbol que va podando, solo tu has de saber que tanto cuidado te brindaste con el caer de los años. No es nada parecido el podar un pino a podar un bonsái. Los escenarios pueden cambiar radicalmente según la posición en la que te halles. Solo uno decide si presenciar su vida como el espectador que nada más ve todo lo que pasa, o ser el auténtico protagonista que lleva la incesante contienda contra las injusticias, ¿serás entonces un buen o mal jardinero?.

     Deconstruir la realidad ofrece austeridad, pues solemos perder de vista como acabamos donde estamos ahora; te puedes aplaudir por no haber cedido ante presiones, por mantenerte derecho, por seguir con vida y mucho más, pues el recorrido de ninguno es pan comido.

     Que tengamos una estructura dispareja, llena de huecos y que queramos estribar todo encima de la misma vida, es como pensar que el alcohol provocó que un conductor ebrio chocase, y que por ende no tuviera la culpa de un accidente. Es un cuento de no acabar, somos nosotros quienes ponemos punto final en la peor circunstancia o en la más oportuna. Aislarnos interminablemente en excusas apenas creíbles, sólo aplaza eventos cuan inevitables; actuamos contracorriente sacando pretextos sorpresa que acortan realidad y tiempo, esperando a que algo inaudito sacuda las aguas para mostrarnos una obvia dirección a tomar.

    Aprovechar para desmontar nuestras piezas cuando estamos ante un momento diurno, suele ser más rentable que aguardar hasta que las estrellas hagan acto de presencia, dado que se asoman todas las cuentas que estaban pendientes; fuera de que estemos solos o no, es un hecho que expulsamos información más delicada de lo habitual llegada la noche, aunque quizá, según la persona que ejecute este proceso, le sea conveniente la luz de la luna.

ABSTRACCIÓN EN EL SILENCIOWhere stories live. Discover now