CAPÍTULO I: Feng

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- ¡Mmmhh, es delicioso! — pensaba mientras una sonrisa aparecía brevemente en su rostro.

Había acudido solo a aquel restaurante que acababa de conocer. Parecía ser nuevo, pues He Xuan trabajaba en la ciudad desde hace dos años y, al ser un amante de la comida, conocía bastante bien la zona gastronómica del lugar.

El establecimiento llamado simplemente Feng. Era relativamente pequeño, bastante ventilado y estaba decorado con una paleta de colores aguamarina, lo que lo hacía ver como un sitio refrescante y agradable, perfecto para el espacio geográfico donde se encontraba: la playa.

Luego de almorzar, se quedó con una sensación de llenura en el estómago y nostalgia en su mente, ¿por qué repentinamente estaba recordándolo?... He Xuan pagó el costo del plato, pidió uno más para llevar y se fue a continuar su trabajo en el laboratorio. Había estudiado Ciencias Marinas y estaba metido en una investigación que debía atender.

(...)

- El mundo marino es muy solitario... eso es todo – pensó mirando como solo trabajaba con poquísimas personas en ese lugar y sus relaciones sociales se basaban en conversar sobre los avances de la investigación y temas relacionados al trabajo principalmente.

Nunca había tenido mucho problema con estar solo, generalmente solía ser una persona callada y tranquila que disfrutaba y prefería una vida solitaria y calmada... pero a veces y solo a veces, extrañaba aquellos momentos de su vida cuando tenía a su alrededor una ruidosa y alegre presencia que ya no estaba y que aquella comida le había recordado su existencia como una brisa fresca.

(...)

- He Xuan – una voz llamó su atención en su espalda - ¿estás libre esta noche? Es el cumpleaños del jefe y queríamos ir a cenar algo al salir del trabajo...

- ¿Esta noche? – fingió pensar un poco – la verdad se me hace un poco difícil hoy... justo es el cumpleaños de un amigo, lo lamento – mintió recordando que ya había comprado un plato de comida para la cena y que tenía muy pocas ganas de esforzarse por compartir y socializar luego de una larga jornada de trabajo.

- Ya veo – contestó su colega – será la próxima entonces – sonrió amablemente y se fue.

A He Xuan le agradaba mucho su compañera de trabajo, en general le agradaban bastante sus escasos colegas porque todos parecían comprender fácilmente hasta donde llegar con él, aparentemente leían muy bien su lenguaje corporal y su personalidad introvertida sin asfixiarlo con miles de intentos para que sean amigos cercanos que se cuentan toda la vida.

La verdad, la mayoría de la gente que conocía, sabía entender el enorme muro que solía poner entre él y las demás personas... no es que fuese un ermitaño que odia el mundo, pero... bueno, tal vez sí era un poco ermitaño y tal vez sí daba la impresión de odiar al mundo, pero no era del todo cierto, solo era una persona desconfiada que había tenido una niñez con un entorno no muy amigable y tuvo que aprender a ser duro y distante, porque mostrar en exceso las emociones lo hacía vulnerable y no quería ser vulnerable...

Excepto aquella vez...

Una vez más pensaba fugazmente en aquella expresión alegre y hasta podía haber jurado haber escuchado esa risa ruidosa que emitía cuando estaba nervioso o asustado... tenía tanto tiempo sin escucharla y aun así parecía grabada en su memoria.

Casi sin darse cuenta se encontró a si mismo riendo bajito al recordarlo.

- ¿Qué me pasa? – preguntó a la nada en voz alta y sacudió la cabeza como tratando de despejar su mente – pensando tonterías como si tuviera tiempo libre – giró los ojos y volvió a lo que estaba haciendo

we were just too young and dumb (ShuangXuan)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα