REESCRIBIENDO LAS ESTRELLAS [Soojun/Yeonbin]

10

Era la segunda vez que estaba en el departamento de Soobin y yo ya me sentía en casa.

Mi relación con él era rara.

Como si hubiera confianza cuando en realidad no la había.

Después de avanzar el trabajo, me ofreció jugar playstation, a lo que no me negué.

Me estaba divirtiendo.

Era un estúpido juego de FIFA, que normalmente me aburre jugar con Kai, pero en esa ocasión me parecía divertido.

Soobin me estaba ganando como por la octava vez.

A su lado yo era un inútil en prácticamente todas las áreas posibles.

Después de terminar esa partida más, se burló como el gran ganador que era.

——Vaya, eres muy malo ——rió.

——No me gusta FIFA.

——¿Y por qué no dijiste nada?

——No estaba tan mal, ¿sabes? ——Sonreí porque me pareció tonto que me costara admitir que me había divertido.

——Me alegra ——dijo entre risas ——. Tus padres vendrán por ti dentro de veinte, ¿no?

——Sí.

——¿Pedimos pizza? Tengo hambre. ——Yo también tenía hambre y justamente antojo de pizza, así que le sonreí y asentí.

Nos sentamos en el sillón, bueno, yo me senté y él se desparramó.

Por un momento, sentí pena al pensar que se sentiría solo viviendo y haciendo todo por su cuenta. Según lo que había analizado de él; no tenía amigos cercanos en la escuela. Solo eran los chicos con los que se juntaba y ya. Pero eso no los convertía en amigos.

——¿Por qué te mudaste? ——pregunté.

——¿Repentina curiosidad? ——contestó con una sonrisa que me provocó impulsos eléctricos.

——Supongo...

——Eres divertido ——me contestó entre risitas ——. Y respondiendo a tu pregunta... Pues necesitaba cambiar de aires.

——¿Solo porque sí?

——Todo tiene una razón, Yeon. ——Sonrió ladino y bajó la mirada.

Supe que toqué un punto sensible y me arrepentí.

Sentí la necesidad de abrazarlo. Algo dentro de mí, me dijo que debía hacerlo, y sin cuestionar el porqué, solo lo hice.

Lo abracé.

De que fue raro; fue raro, pero no lo sentí raro.

Cuando sentí a su cuerpo relajarse contra el mío, supe que no era solo yo.

——Lo siento, no sé porque estoy haciendo esto ——me sinceré sin separarme. Había sido un impulso, pero no me arrepentía, aunque un poco sí. No quería asustarlo.

No me entendía a mí mismo, ni a mis comportamientos irracionales cuando estaba con él.

——No me molesta tampoco, tranquilo ——Sus brazos caían por sus costados, me sentí raro al darme cuenta de la posición e intenté soltarlo.

Sus brazos no me dejaron. Me abrazó de vuelta, y de repente estábamos abrazándonos en la sala sin aparente razón alguna.

No dije nada cuando sentí a mi camisa mojarse por lágrimas, tampoco lo hice cuando escuché sollozos silenciosos contra mi pecho.

Él necesitaba un abrazo desde hace tiempo. Lo sentía.

Sentí un nudo en la garganta al imaginar que lo tenía tan atormentado como para abrazar tan desesperadamente a un extraño.

Susurramos algo al mismo tiempo que nos sacó a ambos un intento de risa.

——Lo siento.

Solo supe que estuvimos un rato más así; en silencio, abrazados y extrañamente cómodos.

El timbre sonó.

Ojalá no hubieran llegado tan pronto.