93 días de verano...
Hace años que no veías a tu tía, Paola, quien es hermana de tu madre. Paola se caso con un hombre asiático y decidieron que vivirían en el país natal de este. Japón.
Paola solía ser gimnasta y al inmigrar a otro país decidió tra...
— karera wa issho ni totemo kawaī yō ni miemasu, karera wa kappurudesu ka? —comentó la chica con ternura
El rubio enrojeció casi al instante, más no comprendía la razón.
— son'na kanji —respondió con vergüenza
La chica sonrío con ternura.
Debía admitir que el no saber que sucedía me molestaba, ¿Será que le está coqueteando?.
— kappuru-muke no konbo or motte imasuga, chūmon shimasu ka? —pregunto aquella chica
Popee asintió aún sonrojado
— yūshūna!
Nos retiro las cartas con una sonrisa y se marchó.
A pesar de haberse ido, el chico frente a mi seguía sonrojado y avergonzado, ni siquiera me dirigía la mirada.
No podía evitarlo, me sentía un poco molesta.
— estás sonrojado —le dije
— no es verdad —me respondió cubriendo su rostro
Fruncí el seño ligeramente.
— ¿qué fue lo que te dijo? —me atreví a preguntar
— nada importante
— no lo parece
Entonces aquel chico finalmente me miró y aquel sonrojo disminuyó, casi esfumandose por completo.
— ¿molesta?
— no estoy enojada —me apresure a decir
Popee permaneció en silencio unos segundos tratando de analizar la situación.
— jealousy —dijo— celos —repitió
— no lo son —me apresure a decir
— ¿estás celosa de esa chica? —soltó una risa
— no es verdad —dije molesta y avergonzada
Sentí mis mejillas arder y aquel frente a mi lo noto en seguida, desvíe la mirada completamente avergonzada.
— perdón, no quise molestarte —se disculpo aún entre risas
Permanecí en silencio, no quería, ni podía responder, pues en primer lugar no sabía que decir ante aquello y en segundo, sabía que si respondía, estaba segura que temblaría mi voz, cosa que me haría avergonzarme aún más.
De pronto, sentí unas manos tocar las mías, eran calidas y suaves, me reconfortaba.
— no hay razón para que sientas celos, ¿sabes por qué? —hablo el rubio, más yo seguía reacia al contacto visual, por lo que, el chico no tuvo de otra más que sujetar mi rostro obligándome a mírale— porque solamente tú me gustas
Aquella mirada en su rostro, se le veía decidido, seguro de sus palabras, no había una sola gota de duda o inseguridad. Mi enojo se esfumó por completo, no quería admitirlo, pero me había sentido celosa de aquella chica hace unos instantes atrás, sin embargo ahora, todo aquello negativo que sentía simplemente se desvaneció, confiaba en él y confiaba en sus palabras.
Poco a poco nos fuimos acercando al otro, pues sentíamos necesidad de juntar nuestros labios en un beso que reafirmaría nuestros sentimientos.
— kore ga anata no dezātodesu —fijo aquella chica que antes nos había atendido
Por supuesto, ambos nos separamos al instante avergonzados.
— ice cream for lovers — dijo la chica
— arigato —hablamos ambos al unísono
— kawaīdesu yo —soltó enternecida
Aquel helado venía en una copa especial para dos personas, acompañado de dos cucharas.
Sin saber que más decir, comenzamos a comer ese helado en silencio, un silencio ligeramente incómodo.
— este helado —hablo el rubio rompiendo el silencio— dicen que no se puede derretir
— hontōni? —pregunte si era verdad lo que decía, tratando de seguir su conversación
El simplemente asintió.
— ¿ya habías venido antes a este lugar? —le pregunté
— no, es la primera —me respondió— pero me alegra que haya sido contigo —sonrío
— pienso igual
Así paso el resto del día, en el que nos pasamos conversando sobre tantas cosas, sin lugar a dudas había sido un buen día, y pudimos comprobar que, efectivamente, aquel helado no se derretía.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Un capítulo un poco más corto de lo que suelo escribir
Lo iba a publicar ayer pero me gano el sueño y lo deje a la mitad 😹