Rei & Amy

346 44 19
                                    

Maker pov's

Las preguntas de Midnight me habían sorprendido, ¿Por qué quería parecerse a nosotras? ¿Era adoración o había algo más?

Me sabía mal ser desconfiada, pero nuestra vuelta a Kinmonku no había sido fácil —por no decir que había sido muy difícil—, todas habíamos extrañado la Tierra y a las amigas que habíamos hecho aquí, así como su amistad incondicional que no buscaba nada más que la compañía mutua.

Volver ahora... y no encontrar rastro de esas personas se me hacía muy difícil. Finalmente encontré algunos registros sobre Saeko Mizuno, no era Amy, pero al menos compartían apellido. No tarde mucho en darme cuenta que todos los registros de la preparatoria, universidad y demás sobre Saeko eran demasiado antiguos para que fuera una hermana o alguien de su edad, así que supuse que sería la madre de mi amiga.

—¡Maldición! —exclamé 20 minutos después mientras marcaba llamaba a Yaten al teléfono que habíamos conseguido—: ¿Habéis encontrado algo?

Pude ver como Midnight se volvía hacia mí con curiosidad, cosa que era lógica... había sido sacada de su planeta, aunque fuera por voluntad propia para buscar a alguien que aún no había logrado ver.

—¡¿Cómo?! —jadee mientras me levantaba de un salto, asustando a la pequeña sentada cerca de mí—: ¿Ni un mínimo brillo de estrella? ¡Dios mío!

—¿Qué sucede, Maker? —preguntó Midnight, haciendo que la mirara desconcertada por un segundo.

No tarde apenas unos segundos en despejarme del aturdimiento momentáneo, pero es qué ser llamada Maker cuando al otro lado de línea me estaban llamando Taiki y además tener la mentalidad de pensar en mi hermano como un hombre fue desconcertante.

Le hice un gesto para que esperase, y le informé a Yaten de que iría a ver si en persona podía obtener más información sobre Amy, puesto que a través del ordenador me había quedado estancada. Pero internamente estaba rezando para que Amy si siguiera siendo quien era... La había dado por perdida cuando tuve que volver a mi planeta, pero era muy distinto saber que no podía tenerla para mí a saber que ya no estaba.

Después de colgar la llamada, miré hacia Midnight y le indiqué que se pusiera una ropa que habíamos conseguido para ella.

—¡Nos vamos! —exclamé antes de que preguntase, en cuanto se cambió de ropa—. Recuerda que fuera de este apartamento yo me llamo Aiki y tú te llamas Mika.

—¡Claro, Aiki! — respondió ella con una sonrisa mientras se dirigía hacia la puerta, feliz de ver algo más que el apartamento por fin.

Había escogido solo quitarle la T a mi nombre de antes, para no tener más confusiones... además aún no tenía claro que no fuéramos a asumir el rol de los hermanos Kou de nuevo y acostumbrarme a dos nombres en poco tiempo, aunque no sería difícil, si sería confuso.

Había escogido el nombre de Mika, recordando aquella pequeña que hace un par de años me había devuelto la fe en que podíamos encontrar a nuestra princesa. A veces me preguntaba como seguiría, pero no había forma de contactarla... quizás Amy... pero para eso primero tenía que encontrar a Amy.

Debido a la insistencia de la pequeña Mika, fuimos caminando hasta el hospital general de Tokio y aunque fue refrescante caminar sin que me parasen para autógrafos también sabía que era una pérdida de tiempo... habíamos tardado casi dos horas, pero aún no tenía noticias de Yaten o Seiya, así que esperaba que hubiera tenido mejor suerte que antes.

Recordaba, por toda la información que había estado revisando, que quién se suponía que era la madre de Amy trabajaba aquí. Ya que estaba suponiendo que tenía el mismo apellido que su hija, pero no estaba segura, dado que no había información actualizada como tal, aunque tampoco parecía desactualizada.

Amor CósmicoWhere stories live. Discover now