Una sonrisa se dibujó en mi boca.

Yo: Comprensible. Tu padre acababa de caer sobre ti.

Christopher: Bueno. Al menos podría haber dejado que terminaras tu comida.

Yo: Me salvaste de la carrera que estaba seguro seguiría a esa comida.

Christopher: Flojo.

Yo: No corro un medio maratón cada mañana como tú.

Christopher: Pero correrás conmigo.

Me detuve de nuevo, pensando. Me preguntaba si íbamos a vernos de nuevo. Inhalando, escribí.

Yo: Pensé que habíamos visto lo último el uno del otro.

Christopher: ¿Quieres ver lo último de mí?

—¿Todo bien?

Me sacudí ante la pregunta de Changbin, sobresaltado. Me había olvidado de que estaba en el coche con él. Había olvidado incluso que él estaba aquí. —Oh. Lo siento. No fue mi intención ser grosero. —Escribí una respuesta rápida.

Yo: Me tengo que ir. Hablo contigo pronto.

Exhalando, Forcé una sonrisa brillante y volví mi atención a Changbin, centrándome en él y negándome a tocar mi teléfono otra vez.

Regresar con la abuela trajo una avalancha de recuerdos. Fui abrazado tanto y sonreí tanto que me dolían las mejillas. Todos los residentes del lugar eran una familia para mí. El lugar era mi hogar, aunque poco ortodoxo.

A las ocho despues de que todos en lugar me llenaran de comida, tomé prestado el coche de la señora Lan, de al lado, ya que apenas lo usaba, y me dirigí a la casa de Hyunjin.

Ni siquiera tuve la oportunidad de pulsar el timbre de la puerta antes de que la puerta se abriera de golpe y Hyunjin me encerrara en un abrazo asfixiante con un grito de felicidad.

Echándose hacia atrás, me revisó, evaluándome de pies a cabeza. —Maldita sea, ¡te ves bien!

Él me llevó al impresionante vestíbulo con su techo abovedado. Enlazó su mano conmigo, me llevó a la cocina, susurrando en mi oído, aunque no había nadie cerca para escuchar.

—Lo que sea que estás haciendo con Changbin, está funcionando. No ha dejado de preguntarme cuando llegarías aquí.

—¿De verdad? —murmuré, el calor asaltando mi cuello.

—Uh-huh. Está esperando en la cocina.

Llegaron voces desde esa habitación, y sabía lo que encontraría antes de entrar —los padres y abuelos de Hyunjin atentos de un tablero de Monopoly. Changbin estaba en la isla, se inclinó para coger una rebanada de pastel mienstras observaba el procedimiento.

Todo el mundo exclamó al verme. Changbin se enderezó, sus labios curvándose en esa sonrisa cegadora suya cuando todos me rodearon y se turnaron para prodigarme con abrazos.

Después de acribillarme con preguntas sobre la escuela y mi abuela y obligarme a aceptar una rebanada de pastel, volvieron a su juego, y Hyunjin, Changbin y yo subimos al piso de arriba para ir a la sala de juegos a ver una película.

Me sonrojé cuando Hyunjin hizo un punto para sentarse en el lado más alejado del gran y cómodo sofá, asegurándose de que tuviera que sentarme al lado de su primo. No exactamente sutil.

Después de desplazarse a través de películas para alquilar, seleccionamos la película de James Bond.

—¿Quieres algo de botana? —preguntó Changbin después del inicio

⎯⎯「 ㍿ 」  あ ꠩ foreplayOnde histórias criam vida. Descubra agora