Haruto juraba que cualquiera que viera a su jefa, a pesar de sus rasgos engañosamente femeninos, sabría darse cuenta de lo peligrosa que era. Lisa poseía un aura encantador y salvaje, una combinación letal. Los hombres se rendían ante su poder, y las mujeres por su belleza desmesurada. Pero todo el mundo, tarde o temprano, se sometía a ella.

La mujer vio sobre la mesa, las manos del joven que estaban sujetas con un arnés. Acercó su mano al borde y se plantó frente al castaño que había bajado la cabeza otra vez.

- El destino no comete errores, Changbig.- El cambio es su voz provocó que el joven levantara la mirada.- Porque sería una lastima que yo haya tenido que abandonar mi cena, para venir hasta aquí y no conseguir algo.- El castaño trago en seco cuando la mano de Lisa tocó  su puño.

- S-Señorita Manoban.. ¡Por favor! Déjeme ir. Le juro que no he..

- Changbin, creo que no entendiste.- Lo interrumpió.- Dejé mi cena para llegar aquí.- Lisa tomo una de las manos del joven y lo obligó a extender la palma.- Y no me iré hasta conseguir algo..

Haruto permaneció cruzado de brazos detrás del castaña, y mirando sin expresión en su rostro, como Lisa comenzaba a actuar.

- ¿Dónde está Son?.- Preguntó.

- Y-Yo no.. No sé, se lo juro..

Lisa tomo el dedo meñique de Chanbin y llevo hacía atrás por completo. Un grito desgarrador inundó el lugar y Lisa tomo el dedo anular del muchacho entre sus manos.

- Dime dónde esta.

- ¡YO NO SÉ NADA!.- Le gritó aterrado y pronto, su dedo anular quedo al igual que el meñique.

- Changbin, sólo retrasas lo inevitable. Encontraré a Son de igual forma, pero si agradecería que me ahorrarás trabajo.

El joven apretó los ojos y su siguiente dedo quedo igual a los otros dos. Lisa le quebró los cinco dedos de su mano izquierda en menos de cinco minutos.

- Pareciera que no quieres salir vivo.- Dijo Lisa con un falso tono triste.

El castaño, resignado a su inminente muerte, abultó una mezcla de saliva y sangre en su boca, y escupió con fuerza hacia el rostro de Lisa. Haruto se tenzo y en cuestión de segundos, dejo caer su puño en el pómulo izquierdo del otro.

- ¡Detente!.- Gritó Lisa, con la mandíbula desencajada por la ira.- Detente Haruto. Quiero a este hijo de puta consciente.

Dicho eso, cogió el martillo que estaba tirado en una de las esquinas del cuarto y volvió a la mesa. El ruido del hueso al quebrarse, fue acompañado de un aullido doloroso y escalofriante. Lisa había dejado caer el martillo con fuerza sobre la muñeca de la mano derecha de Changbin.

- ¡¿Vas a decirme algo útil?!

- ¡QUE TE JODAN, PERRA! ¡SON TE HARÁ PEDAZOS! ¡VENDRÁ POR TU CULO Y TE HARÁ SUPLICAR DE RODILLAS!

- Correcto.

Lisa sonrió con perversidad y dejó caer el martillo mientras se acercaba a él. Le cogió el mentón, obligándole a mirar sus ojos, y un frío le subió por la columna al notar el brillo oscuro y decidido en ellos. Aún con su cuerpo agonizando de dolor, se dijo mentalmente que no diría absolutamente nada. Prefería morir antes que traicionar a su clan.

- Haruto.- Dijo de repente, usando una voz suave y femenina.- ¿Cómo dijiste que se llamaba aquella muchacha? La de los labios lindos.

- Lia, señorita.- El hombre abrió los ojos al tope, y el dolor se convirtió en desesperación.

"LOST ON YOU" | JenLisa G!PWhere stories live. Discover now