Prólogo: Problemas

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Problemas

Toque la puerta suavemente, a decir verdad no me gustaba distraer a mi marido de su trabajo, yo sabia que ser la mano derecha del jefe no era fácil, había muchas cosas que hacer todo el día, y cuando no tenia trabajo en la mansión estaba de misión en alguna parte del mundo, ser un guardián tampoco era fácil, ser parte de los Vongola conllevaba muchas responsabilidades.

Un hombre atractivo, fuerte, maduro, responsable, el era así, siempre ocupado, ni siquiera tomaba un descanso, y era muy dedicado a su trabajo, así era mi marido, Hayato Gokudera, guardián de la tormenta y mano derecha del actual jefe de los Vongola. Él era un gran hombre y también un gran idiota.

Espere un momento a que respondiera.

- Pase- Oí decir del otro lado de la puerta, no tuve que moverme, la secretaria de mi marido abrió la puerta para mi.

Dio algunos pasos para entrar al despacho, el despacho de mi marido era bastante grande a decir verdad, una pequeña sala por allí, unas sillas por allá, un escritorio enorme, lo normal. Volteé a ver a su secretaria, alta, pelirroja, piel blanca, muy delgada, el pelo desaliñado, la falda chueca, la corbata mal abrochada y la lista seguía... ¿mi marido creía que era estúpida?, las cosas eran más que obvias, yo no era estúpida, ni una idiota, ni tampoco era ciega, estaba más claro que el agua, ya había tenido suficiente, ya no iba a tolerar este tipo de cosas, ya no.

- (T/N), no esperaba verte aquí - Dijo Gokudera sorprendido, se levanto de su asiento y se acerco a mi, me dio un abrazo y un beso en los labios el cual no correspondí - ¿Qué te trae por aquí?.

-Vengo a hablar de un asunto serio Gokudera - Dije con el tono más cortante que podía hacer.

- ¿Algo serio? - Le hizo una seña a su secretaria para que nos dejara solos.

Debió sentir que era un asunto muy serio por mi tono de voz y la forma en que lo llame, yo nunca lo llamaba Gokudera, siempre me dirigía a el como Hayato.

- Sí - le respondí mientras me sentaba en uno de los sillones de la pequeña sala que tenia en su despacho, el me siguió y se sentó a mi lado.

- Entonces.. ¿cuál es ese asunto serio del que quieres hablar?. -Dijo en un tono calmado para después mirarme a los ojos.

- Bueno... - Estaba empezando a dudar, pero no debía hacerlo, debía mantenerme firme, había decidido ya no soportar esto, yo no merecía esto, no sé como lo había soportado tanto tiempo pero hoy por fin iba a hacer que me dejara de doler, ya no me importaría, porque ya había tomado mi decisión, tome una bocanada de aire, reuní valor y lo dije - Quiero el divorcio.

Cuando no me ames ( Gokudera x Lectora x Hibari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora