La teoría de lo fantástico.

Capitulo uno: We can work it out.

Me saqué los anteojos para dejarlos en el escritorio y estirarme. Estaba cansada, aburrida de estar ahí dándole mil vueltas al asunto.

¿Desde cuándo escribir me era tan difícil? Pues no, no lo sé, pero es cansador no tener una idea ahora. Justo ahora. Ser escritora nunca fue fácil pero ahora era extremadamente difícil.

Caminé a la pequeña cocina de mi loft. Era acogedora. Los colores cálidos provocaban eso, estoy segura. Con cuidado tomé entre mis manos una taza, sin saber si hacerme un té o un café.

El té me dormiría, pero me calmaría y me ayudaría a que se me caiga una idea. El café me mantendría despierta pero me pondría más nerviosa y ansiosa.

¡A LA MIERDA!

Dejé la taza y me serví un poco de jugo de naranja. Lo dejé en la mesa y fui en busca del control de la televisión. Luego de cinco minutos lo encontré y la prendí.

Por suerte estaban dando una de mis películas favoritas, me despojó la mente de aquel cuento por un rato.

Aún no lo creía, había sido llamada por uno de los diarios más importantes de Italia. Harían toda una sección acerca de literatura, con cuentos cortos de diferentes géneros. Y yo como autora novata de cuentos fantásticos había sido llamada.

Habían ya casi treinta cuentos colgados en mi blog, bueno, treinta de autoría propia. Eran por lo general cortos, no mucho más de tres párrafos, y generalmente tenían continuaciones. Igual también tenía colgada la definición de lo fantástico de Tzvetan Todorov y un par de cuentos que me gustaban mucho.

"Tengo veinticuatro años, ya casi veinticinco, estoy estudiando para maestra jardinera desde hace un año y trabajo como ayudante en un jardín de infantes. Los años que tardé en elegir mi carrera fueron los mismos que tardé en decidir el rumbo que tomaría mi vida." Esa era mi definición en línea. Hace ocho meses tenía la cuenta, pero hace dos le prestaba real atención.

En Twitter casi llegaba a los mil seguidores, ello me emocionaba. La gente pensaría que eran pocos, y sí, pero para mí era un logro. No poseo página en Facebook, bueno en realidad sí, pero no con respecto a escribir.

Me quedé dormida en el sillón o eso creo. Sólo sé que me desperté en el sillón y por el gran ventanal noté que aún era de noche. Bastante horrible tener un ventanal en el loft, pero al ser un octavo piso nadie me veía. Supongo.

Caminé de vuelta al escritorio y seguía bloqueada. Una vaga idea cruzó mi mente, y aunque puse muchas cosas que tenían reflexiones decidí dejarlo así, mañana con la mente más clara le haré retoques.

Me puse el pijama, me limpie la cara y las manos para ponerme el pijama y acostarme para caer profundamente dormida. La alarma sonó, era Sábado, tenía que terminar el cuento. Lo leí rápido y corregí las pocas faltas de ortografía y las partes confusas, lo mandé en un correo, espero que todo salga bien.

Luego me senté tan solo a hacer nada, mirando al vacío esperando a que me llegue una contestación. Pero era obvio que tan poco no tardarían, aunque yo era tan ansiosa...

Llamé a Lena, mi mejor amiga de la Universidad y la única enterada de lo que pasaría si entraba en la revista. No atendía, volví a llamar y dio directamente el contestador.

-Hola Lena, soy Lodo, si queres salir hoy llámame, besos.

Era obvio que hoy no saldríamos juntas.

Me puse una remera con un dibujo y unos jeans claros, también unas Vans negras y un bolso pequeño color negro con la tira cruzada.

Salí y comencé a caminar esperando un mensaje o llamada de Lena, pero no espero que me llegue nada hasta las tres de la tarde. Llegué a la zona comercial, me gustaba pasar por ahí y ver ropa, pero mi mente seguía en el trabajo.

Era muy importante, lo más importante ahora. Muchas cosas cambiarían si escribo ahí, es un proyecto muy grande. Incluía viajar a otro país, a mi país natal.

Llegué a un café, me senté fuera y tomé mi teléfono.

"¡Lodo! ¡Acabo de leer una novela!" Era Lena. "Es una mierda."

"Jaja ¿Por qué?" Le pregunté, hablábamos por WhatsApp, ya que era mucho más económico.

"Decime cómo puede ser que te atropellen y a las horas te despiertes a las horas y sigas tu vida normal, sin secuelas físicas, ni mentales, ni nada." Leí y no contesté. "¡EXPLÍCAMELO!"

Sólo pude reír.

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Okay es corto, lo sé, luego serán más largos ;)