~1~

12 3 0
                                    

Los años pasaron rápido, Gerard y su hermano nunca sufrieron, tenían su herencia y un futuro seguro, aún así los Iero nunca los abandonaron.

Aunque de lejos, ellos veían por la seguridad de esos pobres chicos que lo perdieron todo por culpa de un piloto irresponsable.

Gerard estudio y cumplió su sueño, ser un dibujante exitoso y para saber administrar su riqueza aprendió marketing. Estaba contento y satisfecho.

Por otro lado estaba el hermano menor, los años pasaron, estaba más alto que antes y bastante guapo, las chicas se morían por él.

Era el último año de escuela y luego iría a la universidad, siendo mayor ya sería otra historia.

Michael decidió que su papel en el mundo sería ayudar a las personas, quizá no sería el héroe de todo el mundo, pero si sería el héroe de su familia.

Las cosas estaban yendo por buen camino. Nada parecía ir mal.

Tenía amigos por montones, tenía a su hermano mayor a su lado para apoyarlo, tenía la certeza y seguridad que nada saldría mal.

Así fue, la universidad era fácil para él, incluso llegó a pensar que estaba haciendo algo mal, por qué no lo sentía pesado o desgastante.

En los años dónde las hormonas se alocan y controlan tu cuerpo, Mickey encontró a la mujer con la que se casaría, ella era Kristin, su alma gemela.

Gerard vio a su hermano feliz en su primera cita, en su boda y posteriormente cuando les dieron la noticia de que Kristin estaba esperando un bebé. Vio como el pequeño niño que un día le pedía ayuda para todo, se convertía en la cabeza de su propia familia, y se sintió muy feliz, contento y satisfecho, al menos no había fallado en cuidar a su hermano, lo había hecho bien y esperaba que sus padres estén tranquilos.

Mikey era un joven activo, su trabajo exigía que salga de largos viajes de trabajo, en los que Kristin se quedaba con Gerard, y su amigo de casi toda la vida Frank, los tres eran bastante amigos.

—No sé que nombre le pondremos. — dijo Kristin a modo de sacar conversación, ya tenía 8 meses y según el obstetra nacería en al menos 2 semanas más.

—Donna como mi madre, o como la tuya.— decía Gerard mientras sacaba unas cosas de algunas cajas, se habían quedado a organizar la habitación de la futura bebé.

—A mí me gusta Rowan, es muy elegante y Mikey me dijo que también le gustaba.— Frank comento mientras se metía una galleta a la boca.

—A mi también me gusta, pero suena extraño, no quiero que mi hija te ha un nombre extraño. Me gusta Lyla o Mery.— Kristin no estaba segura, y debía apresurarse, ya solo quedaban algunos días.

—Yo opino que esperemos a ver si hermosa carita y allí decidan, el nombre que le pongan a mi sobrina, la amaremos igualmente.

—Gee, eres muy tierno, gracias por estar aquí, si me quedaba sola Mikey no podría haberse ido tranquilo.

—Ni lo menciones, yo doy todo por mi familia. Ya vuelvo iré a dejar esta caja al ático. Frank, cuidala unos minutos.
—A la orden capitán.

Gee subió al ático, allí estaba todo ordenado al menos pero seguía oscuro, ya iban a ser las 8 de la noche. Haría la cena y se encargaría del resto después.

Se quedó ordenando las cosas que llevaba por al menos 20 minutos, cuando repentinamente escucho unos gritos, y unos pasos que venían con prisa.

—¡Gerard, el bebé va a nacer ayúdame a cargar a Kristin al auto!— Frank había subido a llamar a Gerard, quien en menos de un minuto estaba abajo ayudando a su cuñada, no la dejaría sola y mucho menos ahora que su hermano no estaba allí.

—Tranquila Kristin, respira, y en menos de lo que te imaginas estaremos en el hospital.

—Duele, duele Gerard, algo no anda bien.— Kristin tocó sus partes bajas y se dió cuenta, no dejaba de salir sangre, Gerard lo vio y con lágrimas en su rostro y dolor en la voz le pidió a Frank que se apresurará, Frank le obedeció.

Al llegar al hospital, le atendieron de inmediato, Kristin estaba en labor de parto, y al parecer habían llegado a tiempo.

—Tranquilo Gee, al menos conoceremos a tu sobrina antes de lo previsto.— Frank trato de animar a su amigo, pero aunque le sonreía, no había felicidad en sus ojos, solo preocupación y tristeza.

—Gracias por estar aqui, Frank. No sé que haría sin ti.

Gerard abrazo a Frank en un abrazo que se sintió reconfortante para Gee, en ese mismo momento, después de haber esperado una eternidad, salió el doctor, su semblante estaba serio, con o si trajera noticias muy malas.

—¿Familiares de Kristin Way?— preguntó
—Nosotros.— dijeron Frank y Gee al mismo tiempo.
—La bebé está sana, ya en unos minutos pueden pasar a verla a sala de recién nacidos, pero...

—¿Cómo está Kristin?— pregunto Gee.
—Esta en muy mal estado, perdió mucha sangre en el parto pero ya se repondra. Cuando la paciente este estable podrán pasar a verla.

—Gracias doctor, muchas gracias.

El doctor se retiró por donde había llegado y Gerard saco su teléfono rápidamente, llamaba a su hermano para avisarle lo que estaba ocurriendo.

—Mikey, la bebé está bien ya nos llevarán a verla en unos minutos, pero... Kristin está en cuidados.

—Gracias a Dios, le dije la situación a mi jefe y me dejó volver a casa, ya conseguí un vuelo, llegaré en unas horas.

—Esta bien Mikey, cuídate mucho por favor.

—Gracias Gee, te quiero.

La llamada colgó, y Gerard se sintió mejor, la información que tenían de Kristin era que ella tenía el mismo tipo de sangre que él y Frank, por lo que de ser necesario ellos estaban dispuestos a donar.

Pero no fue así, nadie pensó que Kristin moriría ese día, y sus últimas palabras serían "Rowan es un bonito nombre" se desmayo y ya no despertó, la muerte había tomado su alma y ya no podían hacer nada por ella.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 22, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

She... Is My Reason; FrerardWhere stories live. Discover now