3. Algo Parecido.

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-La transfusión a ido bien, ahora solo necesita descansar. Le iba a decir que pasara a comer algo, pero ya veo que su novia lo tiene bien cuidado -Alina abrió los ojos y la boca sorprendida, iba a negarle que no éramos pareja, pero la interrumpí.

-Si, me cuida muy bien, ¿cuando despierte nos podría avisar? -El doctor asintió con una sonrisa y se fue.

-¿Por qué mierda no me dejaste decirle que no somos pareja? -Sonreí y me senté en la silla sin contestarle. -Bueno, ya que sabemos que tu madre está bien me voy a mi casa, nos vemos mañana en clase Adem -se iba a ir, pero me levanté rápido y la cogí de la muñeca.

-No te vayas -dije rápido sin pensar, cuando la vi sonreír me arrepentí de haber dicho eso.

-¿Quieres que me quede contigo? -Suspiré y la solté.
Me volví a sentar en la silla, la vi salir, suspiré mirando al suelo.

Me gustaba la compañía de Alina, me hacía bien, estar con ella me hacía no pensar en lo malo que mi vida tenía, a demás de que así tenía más posibilidades de tenerla en mi cama, esa mujer era irresistible.

Pocos minutos después estaba ahí sentada.

-Te quedaste -esbocé una sonrisa mirándola.

-Me da pena dejarte aquí solo -borré la sonrisa de mis labios y la miré serio.

-No necesito tu pena, vete, por mi no te quedes -ella me miró y rió.

-No, no pienso irme -se cruzó de brazos mirando al frente, suspiré cruzándome de brazos -cuando era pequeña también vi como mi padre pegaba a mi madre y también me lo hacía a mi, desde los cuatro años hasta los quince fue así, mi madre al ver que mi padre casi me mata se divorció y lo metió preso, hasta el día de hoy no se ha vuelto a casar, pasamos por muchas cosas muy malas, mi madre no reaccionó hasta que me vio rodeada de sangre y casi muerta -la miré sin decir nada -antes de que todo pasara mi padre una vez hizo una fiesta en casa a la que llevo muchas mujeres y hombres, yo ese día estaba dormida y mi madre trabajando, era la única que trabajaba yo estudiaba y mi padre no hacía nada más que emborracharse y drogarse, esa noche uno de sus amigos entró a mi habitación y... -Me levanté y negué.

Alina sonrió con pena y suspiró.

-¿Te llegó a hacer algo? -La miré y ella asintió.

-Me tengo que ir Adem, mañana nos vemos -salió de allí medio llorando.

Miré hacia el pasillo donde mi madre se encontraba y luego a la salida por donde Alina se había ido, me llevé las manos a la cabeza y salí corriendo detrás de Alina, la vi sentada en un banco con las manos en la cara, me acerqué a ella, me arrodillé frente a ella e hice que me mirara.

-Escúchame, tú no te tienes que avergonzar de nada, ese cabrón es el que se debe de avergonzar, tu eres fuerte, para contar algo así tienes que tener muchos cojones y más aún cuando vives el día a día con una sonrisa, ese mierda no se merece estar viviendo, pero tu tampoco te mereces estar atormentándote por algo así, no sé qué se siente pero se que no se pasa bien, no te avergüences Alina -ella me miró con lágrimas en los ojos y me abrazó.

Al principio me quedé algo sorprendido, nunca había dado un abrazo, pero se sintió bien, se lo devolví, la separé y la miré a los ojos.

-¿Quieres que te acompañe a casa? -Ella negó.

-No, viene ahora mi madre - asentí sonriendo de lado. - avísame cuando tu madre se despierte -asentí.

Un rato después su madre llegó y se llevó a Alina. Las horas pasaban, mi madre no despertaba, pero estaba bien, solo necesitaba descansar.
Miré el teléfono y eran más de las ocho de la mañana, apoyé mi cabeza sobre el colchón de la cama en el que mi madre estaba tumbada, cerré los ojos y me quedé dormido.

Adem - (Pasados Oscuros).+ 18 DISPONIBLE EN FÍSICO ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora