-Te explicó en el camino-. Esteban la sujetó de la mano y comenzó a caminar con ella. -Ahora tenemos que darnos prisa. 

         Violeta notó el agarre por parte de su amigo, y aceptó el hecho de que él tenía razón; no podía quedarse allí esperando entender lo que pasaba, necesitaba preguntárselo directamente a Daniel, y lo mejor sería darse prisa. No le preocupaba lo legal, pues no por nada su hermano era el mejor estudiante, y seguramente algún día sería un gran abogado; pero el asunto sobrenatural era otra cosa. 

       Apenas habían dado un par de pasos, cuando sintió que alguien la jaló de la otra mano, interrumpiendo así su avance. David estaba sujetándola con tanta fuerza, que Violeta hizo una mueca de dolor.

        -Señorita Cábala-. Dijo en tono serio y preocupado. -Será mejor que se quede aquí. Si su hermano accedió a ir de forma voluntaria, entonces no tendría de que preocuparse.

         Con la incredulidad brotando por cada poro de su piel, Violeta enfocó sus ojos en los del ángel. No podía creer que le estuviese pidiendo que no abandonara la clase, cuando a Daniel se lo estaban llevando para interrogarlo. ¿Se le estaba pasando un detalle importante, o David se había vuelto loco?

       -Lo siento, pero eso no pasara-. Ella intentó soltarse de su agarre, pero él solo la retuvo con más fuerza.

        -No es seguro para tí. Espera...-. Sus ojos negros podían mantenerse como los de un humano, pero había algo más en ellos que revelaba la batalla en su interior. Desafortunadamente para David, no solo se trataba de sus sentimientos, el olor nauseabundo en el aire realmente ponía a Violeta en peligro. 

        -Por favor, suelte mi mano-. Exclamó ella con decisión. Era Daniel quien la necesitaba; no habría nada ni nadie que pudiese detenerla.

         -¡Ni siquiera es tu hermano!-. La voz de David hizo eco por el edificio, dejando a todos los presentes en silencio.

       Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, ya era demasiado tarde para remediarlo.

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         Gabriel y Luc estaban varados en medio del tráfico. Faltaba poco para que lograran llegar a la universidad, pero parecía que en ese momento todo el mundo había querido salir a dar un paseo; y que cada maldito semáforo en la ciudad tenía que estar en rojo para cuando ellos llegaran.

        Luego de descubrir que era Naty quien había muerto, les tomó cerca de cinco segundos ponerse de acuerdo en lo que harían. La verdad es que la situación no estaba como para darle muchas vueltas; por lo tanto, Gabriel iría en busca de Daniel para avisarle, y Luc encontraría de alguna forma a Damon, ya que si se enteraba por otro lado de lo que había ocurrido, el semidemonio estaba bastante seguro que se metería en problemas.

       Sin embargo, las cosas como siempre, no fueron para nada lo que esperaban. 

      Habían estado a punto de irse a hacer cada uno sus cosas, cuando Gabriel se dobló en medio de la calle a causa del dolor. El nefilim sentía que algo lo estaba desgarrando desde el interior, y se abría paso a través de sus entrañas para arrancarle la fuerza. Luc muy a disgusto tuvo que ayudarlo a llegar hasta el auto, pues en medio de tanto policía, estaban llamando demasiado la atención.  Para cuando Gabriel logro estabilizarse, sus opciones se redujeron a un solo camino; alguien había hecho a Azahín atravesar una puerta desde el infierno, rompiendo el lazo que había hecho el nefilim, por eso había sentido semejante dolor; necesitaban llegar a la cafetería, para ver si en los túneles lograban averiguar algo. 

ALMA ROBADAWhere stories live. Discover now