Serendipia.
Por: Vampisan86.
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Particularmente aquella noche era sumamente hermosa. Vegeta no quería salir pero por la insistencia de Bulma finalmente había terminado por ceder. No obstante, dudaba que aquel plan funcionara.
Bulma se veía preciosa como siempre; había hecho un buen trabajo y debía asistir a una evento de científicos, tal vez en aquella ocasión le otorgaran un premio. Convencer a Vegeta había sido una verdadera odisea, en cambio, llevar a su hijo adolescente Trunks no tanto, sobretodo si contaba con la ayuda de la dulce Mai para obligarlo.
El problema era el siguiente: Bra de cuatro años.
Llevarlo a casa de los Son era su plan principal, el último de los escenarios era pedirle ayuda a Piccolo. Sin embargo, la visita tan inesperada de Bills y Wiss complicaron las cosas. Al parecer Wiss quería asistir a la reunión por simple curiosidad y para observar los inventos y la comida. En cambio, Bills solamente quería un banquete y le exigió uno como tal; comenzaba a sospechar que Vegeta tenía razón y estaban usando su mansión como hotel.
Entonces se le ocurrió dejarle a la niña a su cuidado, de todas formas, parecía que ambos se agradaban. Bra siempre quería jugar con el gatito morado y Bills nunca le había corregido o amenazado con eliminarla si no lo trataba con el respeto que una deidad de su categoría merecía. El Dios aceptó sin problema y la familia Brief se sorprendió.
—Bueno, le dejo a Bra a su cuidado. Disfrute el banquete. La niña está arriba, ya debe estar dormida de todos modos —dijo Bulma sonriendo desde la nave.
Bills alzó sus dos dedos en señal de haberla escuchado.
—Señor Bills, ¿Está seguro que no es problema? Podemos llamar al insecto de Kakarotto para… —comenzó un nervioso Vegeta temiendo por la seguridad de su retoño.
—Ya he dicho que no es problema —gruñó seriamente Bills con ambas manos detrás de su espalda —pueden ir sin preocupaciones.
Vegeta asintió poco convencido y Wiss sonrió levemente ante lo dicho.
—De acuerdo, cualquier cosa puede comunicarse con nosotros. Le he dejado un celular sobre la mesa, solo debe presionar la tecla uno y estaremos aquí de inmediato —se despidió Bulma comenzando a levitar la nave.
—No sé Bulma, tengo mis dudas —dijo Vegeta en voz baja desde su asiento.
—Tranquilo, creo que todo estará bien.
Wiss rió levemente.
Bills simplemente los vió alejarse y procedió a devorar el gran banquete.
Veinte minutos después.
Una somnolienta Bra, con un gatito color violeta de peluche, bajó hasta la terraza donde se encontraba el gatito gigante de verdad.
Bills dejó de comer y la miró.
—Vuelve a la cama —ordenó seriamente.
—No.
— ¿No? —preguntó comenzando a creer que le había dado muchas libertades a esa débil criatura. —Te irás a la cama sin rechistar y te dormirás ¿Entendiste?
La pequeña Bra con su adorable pijama rosita y sus coletas negó vigorosamente, sin mostrar temor ante tremenda deidad. Bills se maravilló de la ignorancia de la pequeña que no creía que con un golpe de su meñique podría desaparecerla permanentemente.
—Quiero mi canción de cuna —exigió como si ella fuera la dueña y él un simple lacayo.
Bills arqueó su inexistente ceja con sorpresa. — ¿Qué?
—Quiero mi canción para dormir, quiero mi baile —aclaró mirándolo con decisión —y quiero mi helado —añadió al darse cuenta de la duda del gatito.
Bills se cubrió el rostro sin saber qué hacer. Apenas lamentando el hecho de haber aceptado tal carga.
—Está bien pequeña ¿Qué canción quieres?
La niña ni lenta ni perezosa fue corriendo a tomar el teléfono de la mesa para ingresar a internet y buscar la canción que había escuchado bailar a Mai en la habitación de su hermano.
—Éste —señaló pasándole el aparato a Bills. Él lo tomó y lo reprodujo para hallarle el ritmo.
Al finalizar el vídeo se levantó y cargó a la niña en la pequeña cuna que había en la puerta. Apenas se percató que había cunas en cada rincón de aquella mansión y supuso bien porqué.
—De acuerdo pequeña. Tendrás tu canción y baile y luego dormirás sin ningún pero ¿Entendiste? —condicionó.
Ella asintió con una sonrisa sin recordarle su helado.
Bills dejó el teléfono en la mesa y dejó correr la canción para preparar su número.
"Qué buena vista tenés cuando me ponés a cuatro patas. Si se entera de esto mi papá, te mata. No te doy las gracia' pa' que me diga' ingrata. Mírame suave que soy frágil y tan dulce, una mina delicada…"
La pequeña comenzó a aplaudir desde la cuna sin entender en absoluto el significado de la canción pero mirando lo gracioso que era el gatito cuando bailaba.
"Una perra sorprendente. Curvilínea y elocuente. Magnificamente colosal. Extravagante y animal…"
Desde el cielo, la nave de Bulma comenzó a descender al otro extremo de la terraza. Cuando la puerta se abrió la heredera comenzó a decir: —Disculpe señor Bills, me olvidé de la canción de cuna de Bra…
Los tripulantes de la nave quedaron perplejos ante lo que observaban.
De cabeza y bailando twerking, Bills estaba muy metido en su papel de cantante y bailarín.
"I'm a, I'm am a, I'm a nasty girl, fantastic. Este culo es natural, no plastic. Lo que toco lo hago bombastic. Todo' eso' gile' a mí me la mastic-..."
—Te lo dije mujer…
Bra solamente reía copiando los pasos de la deidad en su cuna.
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N/A: Holaaaaaa. Tenía esta canción en mente o la de "Telepatía" pero se me hizo más graciosa esta.
Publicado: 19/03/21
