Reacciones.

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Sokka sabia que no podría esconder su secreto mucho mas tiempo, ni tampoco mantener las apariencias si los guerreros atacaban a su gente, las mujeres se podían proteger, pero los niños pequeños no estaban debidamente entrenados y que uno de esos soldados los ataque no lo podría permitir.

Corrió enfrente del grupo de los pocos niños que tenia la Tribu y entonces sintió una oleada de poder recorrer su  cuerpo, respiro profundamente y exhalando dejo que una ola de fuego saliera de su boca y disparara en dirección a los Soldados de la Nación del Fuego, el otro adolecente, que momentos antes el mismo trato de atacar se apresuro a moverse a un lado, dejando a un viejo maestro contener su llamarada.

El maestro fuego mayor tenia experiencia a pesar de que el fuego de Sokka era obviamente mas fuerte y potente que el suyo y logro desviarlo y dispersarlo en dirección al cielo, donde se apago, cuando el fuego dejo de salir de su boca se volvió a enfrentar a los Soldados vio que el adolecente estaba mirando al mismo soldado que ataco a los niños, siendo rodeado por otros soldados de los que no podía ver el rostro, esos cascos con mascara podían llegar a ser molestos.

El soldado rodeado se había quitado la mascara y el casco y parecía preparado para atacar a todos los otros soldados, y de hecho eso fue lo que hizo, lanzo repentinamente una gran cantidad de fuego hacia las piernas de los soldados que lo rodeaban y todos cayeron al suelo, el desertor corrió en dirección del barco, queriendo volver por alguna razón sin embargo se había olvidado de Sokka, quien era el mas cercano a la pasarela después de su ataque y de un movimiento veloz Sokka tenia al traídos encerrado en una jaula de fuego azul, que se levantaba en el aire mas de lo que un no maestro aire podría saltar.

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Los Soldados de Fuego y los aldeanos de la Tribu parecían asombrados del control de Sokka con un elemento que no se suponía que manejara, era prácticamente imposible que un miembro de la Tribu Agua manejara el fuego, en el Sur solo había una maestra elemental, o eso habían creído todos, allí estaba Sokka, el hijo no maestro del Líder Hakkoda, manejando el elemento que se había convertido en el mas temido de todos. Cada quien tenia pensamientos diferentes al respecto.

Kanna ya sabia sobre la habilidad de su sobrino con  el fuego, lo supo en el momento en que sus ojos azules se convirtieron en oro fundido, también sabia que su nieto de buen corazón nunca la lastimaría a ella o a cualquiera siempre que no le hicieran daño a quienes quería, sin embargo ahora que lo veía con sus propios ojos tubo que admitir que saber y verlo era muy diferente, nunca había visto un fuego tan poderoso.

Iroh también estaba considerablemente mas tranquilo que la mayoría de los reunidos en esa pequeña aldea, había sospechado de la habilidad del chico con el fuego después de haber visto los ojos dorados, solo unos pocos tenían esos ojos y todos eran familia real en la Nación del Fuego, por lo que ya había estado preparado, lo que no esperaba era el poder del fuego del chico, viviendo en el hielo y el frio su llama interior debería estar tan débil que apenas debería poder usar el fuego, en especial si había vivido allí toda su vida.

Los Soldados del Fuego estaban asombrados con el poder del fuego que "el chico" había usado, no habían visto a nadie tan fuerte en su control elemental, y viendo los ojos del chico no se imaginaban como un joven dragón llego a vivir en ese congelado rincón del mundo. Las Aldeanas de la Tribu Agua no sabían que pensar, el chico que les enseño a pelear para poder cuidarse y que jugaba infantilmente con los niños había usado el poder que los llevo la condición en que estaban.

Las reacciones mas dispares fueron las de Zuko y Katara, se pensaría que Zuko enfureciera y que Katara se asustara o preocupara por su hermano, en cambio fue al revés.

Zuko no había imaginado encontrar a un talento de fuego en uno de los lugares del mundo donde los maestros fuego llegaría a morir, los meses sin luz de sol y el clima ártico no eran adecuados para los maestros fuego que necesitaban el calor y el sol para mantener su llama interior fuerte, y este chico tenia fuerza y control viviendo allí toda su vida, a Zuko le preocupaba la salud del joven y le asustaba pensar en lo que pasaría si perdía el control tras estar en donde el calor abundaba, como la Nación del Fuego.

Katara, por otra parte estaba furica, su hermano, que era menos que ella por el simple hecho de que ella era dobladora y el no había demostrado un poder que ella debería tener, claro que no quería controlar ese elemento maligno pero la facilidad con la que Sokka controlaba el fuego y lo que pudo hacer con el era mas de lo que ella había llegado a hacer con el agua y eso a su parecer no era justo, la maestra prodigio era ella y solo ella.

Finalmente lo que pareció una eternidad en estado de shock se volvió algo mas cercano al caos cuando un chorro de agua salió volando en dirección a la pared de fuego, haciendo que todos se volvieran en dirección de la culpable, una maestra agua furiosa y que en ese momento, por su expresión, había perdido la belleza de la que tanto hablaba con las chicas de su Tribu.

El Dragón del Sur.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant