Víktor alzó la cabeza hacia el cielo a la vez que aspiraba algo, no se sabía con exactitud, se veía que le gustaba lo que estaba oliendo, parecía un sabueso.

Lucía abrió sus ojos como platos a la vez que sus mejillas enrojecían cuando su mirada se clavó en la suya, creando una conexión entre ellos.

La había descubierto mirándolo?

Una sonrisa de medio lado se formó en los finos labios de Víktor, mirando de lado a sus amigos, riendo ellos también. Sus fuertes manos se posaron en el trasero de su prima...amasándolo como si su vida dependiera de ello, devorándole la boca en el proceso.

Sus amigos miraban a Lucía con burla, no sabía que era lo gracioso o... pretendía darle celos?

No comprendía nada.

- Puedes entrar de una buena vez!

La voz de su amiga la hizo despegar la mirada de esa calenturienta escena, se había olvidado completamente de ella...y que tenía que ir a la biblioteca.

Ingresó en el auto nerviosa cerrando la puerta y colocándose el cinturón de seguridad.

- Lo siento Mina - susurró - por hacerte esperar

- Es asqueroso - se saqueó - no se cómo tu prima puede follarse eso..es repugnante.

Arrancó el auto saliendo del parqueo e incorporándonos a la calle.

- Y no creas que no ví tu cara de perra en celo eh...te he visto.

- Pero que dices? - contestó alterada

La vergüenza se apoderó de ella, es muy directa cuando se trata de decir las cosas, no se anda con rodeos.

- Acaso no vez tu cara de la típica chica adolescente nerd enomorada del badboy de la escuela? - río - esto es puro cliché.

- No estoy enamorada de él! - gritó haciendo que su risa aumentara - además es el novio de mi prima y yo...- negó - no podría...

- Pero admite que te gusta - la miró - tu cara lo dice todo

Lucía tocó sus mejillas con las palmas de sus manos sintiendo éstas arder. De verdad le gustaba Viktor?...imposible, de ninguna manera, es un demonio sin corazón... literalmente.

3 horas después

Todo ese tiempo estuvo en la biblioteca, estudiando, con un poco de dificultad debido a las quejas y risas de Mina bromeando con cada chico que pasara por su lado, se podría decir que tuvo una tarde de estudio un poco ajetreada.

Una vez estuvo en su casa, más básicamente en su habitación, su acogedora habitación, sacó todo de la mochila y lo puso en su lugar a la vez que dejaba la ropa sucia en el canasto y tomaba un baño de agua caliente.

El vapor empañaba el cristal del espejo, su cuerpo se relajó, todo su organismo estuvo en tranquilidad, despejó de las clases por un momento...y de él.

No puede gustarle...no puede...

Lucía se negaba a aceptar semejante locura, esto no es una novela cliché dónde el chico malo de enamora de la nerd, ella lo cambia y viven felices para siempre....para nada!! esta es la vida real.

Salió de la ducha ya con su pijama puesta lista para dormir, hoy estaba sola en casa, a su madre le tocaba guardia por lo que estaría sola toda la noche.

Unos fuertes toques en la puerta principal la asustaron, llevó su mano al pecho tratando de tranquilizar a su corazón de lo agitado que estaba al igual que su errática respiración.

Miró el reloj que se hallaba en la mesita de noche, este marcaba las diez y diez...quién podría ser a estas horas?

Una vez más los toques se hicieron presentes, esta vez más fuertes que los de antes, asustándola a más no poder.

Con el miedo recorriendo por sus venas salió de su habitación, bajó las escaleras a la vez que se acercaba con suma lentitud hacia la puerta.

Los golpes nunca cesaron, continuaron allí..constantes.

Su mano temblorosa se dirigió a la manija de la puerta quitándole el seguro, tomó una respiración y contó hasta tres para abrir la puerta.

Los ojos de Lucía no daban crédito a lo que veían, su boca se desencajó de lugar, sus piernas se pusieron como gelatinas, eso era escalofriante, terrible.

Su rostro golpeado, su ceja partida, de su labio roto goteaba sangre al igual de sus heridas. Su mano estaba puesta en su abdomen de dónde una inmensa mancha de sangre se hacia cada vez más y más visible. Sus ojos decaídos estaban clavados en los de ella, no parecía el mismo, Lucía se asustó de sobre manera cuando se fijó en el color de sus iris.

Un dorado brillante intenso, ese era el color de sus ojos. Que paso con sus ojos azules?

No sabía que hacer, estaba en shock, lo tenía allí, frente a su casa herido, de seguro apuñalado, mientras que esa siniestra mirada doraba la devoraba viva.

- Víktor.....










Continuará....

" Los secretos de una Bestia " ||1er Libro ✔️Where stories live. Discover now