(Des)Aparecer - Dani Auryn

Capítulo 13: Sólo amigos

Antes de empezar con el que ya es el 13 capítulo, os quiero dar las gracias a los que le habéis dado una oportunidad a (Des)Aparecer, exactamente a los 1.000 que ya somos. Gracias por regalarme vuestro pequeño ratito de lectura, espero que sea de vuestro agrado esta pequeña historia.

Mil gracias, os dejo ya con el 13 ;)

Besooos <3

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-¿Sorprendida? -Me dice Dani cerca del oído provocando que mi cuerpo entero se hundiese en un conjunto escalofrío.

-¿¡Lo sabías!?-Digo sin llegar a creerme toda aquella situación.

-En realidad ha sido cosa de Mario. -Me dice mientras camina hacia el centro del salón encontrándose allí con Carlos, Álvaro, Blas y David.

Auryn, estaba en mi casa. ¡Cómo se asimila eso!

-No me lo puedo... -La frase es interrumpida por sus voces.

-A penas veo a nadie, silencio por las calles del Raval. Ojos tras las cortinas, que a salvo rezan por mi funeral. -Empieza David.

-Temblando miro al cielo, la torre marca el tiempo hacia tras. De pronto las campanas, anuncian que la noche va a llegar... -Continua Blas.

-El Sol se irá y me buscarás y yo tanto que me dejo encontrar, me morderás con tus colmillos en el cuello. Me contarás que esta vez es verdad, que has comprendido que yo soy tu mitad. Y haré callar tus mil mentiras con un beso. Y una vez más, una vez más, preferiré morir contigo, que ir al cielo...

"Cuando sé que estás dormida" es cantada hasta el final con una sonrisa que no puede apartarse de mi rostro. Mis ojos no pueden evitar más la emoción, cómo tampoco pueden evitar el derramar, alguna que otra lágrima. Todas aquellas cosas no podrían estar pasando en un sólo día. Dani luego Auryn... Quién podría decirme que mis 18 llegarían de esa manera tan, increíble.

-No nos llores pequeña, que tampoco hemos cantado tan mal. -Me dice un emocionado Carlos que corre a darme un abrazo.

Aquel gesto provoca una risa instantánea en mí, y acto seguido no dudo en devolverle el abrazo.

-Me esperaba de todo menos esto, Carlos.

-Bueno, de ahí que fuese una sorpresa. -Me dice riendo mientras me tiende un clinex. -Toma que siempre llevo en el bolsillo por si me da por comer chocolate por ahí.

Todo el grupo estalla en carcajadas y comienzan a resonar pasos por la escalera. Mario, hace su entrada en el salón haciendo que corra hacia él abrazándole cómo si fuese la última vez. Aquello que había echo mi hermano, no tenía nombre. Sólo tenía una definición, de un sólo adjetivo, y es que era Increíble. Nunca nadie había echo tanto por mí, y no esperaba que quien se llevase la palma, fuese mi hermano. Mucha gente dice, que los hermanos siempre permanecen discutiendo o peleados. Él quita la cabeza de las muñecas y ella llora sin parar. Así funcionaba. Pero, nuestro caso, estaba claro, que era un caso aparte.

-Eres idiota... ¿Cómo lo has echo? -Digo con la voz entrecortada a causa de las lágrimas que se habían aglomerado en mi cara.

-Resulta que son mis compañeros de fiesta. -Me dice riendo tratando de retirar las lágrimas que no paraban de brotar de mis ojos.

-No veas cómo nos lo hemos pasado estas semanitas. -Me dice David con las manos en los bolsillos.

-¡Tus compañeros, de QUÉ! -No llego a creerme nada.

-Anda que no hemos tenido que hacer cosas para que no te enterases. Tu hermano es putamente malo disimulando. -Dice Blas entre risas.

Eso estaba claro.