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[Capítulo 12]


{Abby}

No sé cuanto tiempo estuvimos abrazados, solo sé que sentí como que el reloj se detuvo.

Era irónico cómo Dasher y yo cedíamos cuando situaciones graves pasaban a nuestro alrededor y cómo volvíamos al ataque en el momento que la vulnerabilidad se iba; a lo mejor estábamos destinados a odiarnos y tolerarnos por conveniencia, aunque también siempre existiría algo que no permitiría que nos alejáramos del todo. O así lo quería ver en ese instante.

Puede ser que nunca fuimos nada, pero siempre hubo algo entre nosotros, al menos de mi parte.

—¿Vas a acompañarme a casa de sus padres? —preguntó.

Ambos habíamos dejado de llorar, pero no nos separamos. Creo que los dos presentíamos que en el momento que nos alejáramos las asperezas volverían y ninguno tenía ánimos para enfrentarlas. Sobre todo cuando nuestros corazones estaban dolientes por la pérdida de esa chica a la cual vi dos veces en los breves viajes que hice al país cuando regresaba de Londres, una más al tomar la decisión de volver a quedarme; y guardaría los recuerdos de esos momentos con ella por siempre.

—No creo que sea prudente —dije y decidí alejarme para verlo a la cara.

Sonrió triste y me estremecí cuando limpió una lágrima que quedó retenida en mis pestañas y cayó ante el movimiento que hice; lo cogí de la muñeca en el instante que su toque se convirtió en una caricia.

—Había olvidado lo claros que se ponen tus ojos después de que lloras —susurró.

—Y yo lo oscuros que se vuelven los tuyos cuando me miras —dije y solté su mano para que la alejara de mí.

Tragó con dificultad y yo recorrí desde sus ojos hasta sus labios con mi mirada. El corazón me gritaba que cerrara la distancia entre ambos y mi cerebro me amenazó asegurando que sería la mayor estupidez. Así que copié su acción, luego carraspeé y me aparté. Me puse de pie y me acomodé la ropa y el cabello, luego cogí un Kleenex para limpiarme el maquillaje corrido y lo escuché a él también incorporarse.

Segundos después carraspeó y tomó el pañuelo que le extendí.

—Los padres de Sasha están muy agradecidos contigo, así que quieren verte en este momento tan difícil para ellos —dijo y reí satírica.

Los Ray le confesaron que también les ayudaba y cuando tuvo la oportunidad intentó reprocharme, pero se abstuvo por alguna razón que no quise averiguar.

—No quisieran si supieran que por mi cul...

—Acompáñame, Abigail —me cortó y suspiré profundo sin saber cómo tomar eso—. Pasaré por ti a las siete de la noche —avisó y alcé las cejas.

Abigail (Orgullo Blanco 5) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora