PECADOS CAPITALES

CELO I

"Solo necesito esperar a que pase" logró entender Harry entre gemidos. "Mañana estaré mejor, solo necesito esperar"

Aquellas palabras dolieron más de lo que Harry habría imaginado, tener a Louis gimiendo desconsoladamente con su rostro envuelto en lágrimas y negándose a ser calmado, era algo que definitivamente no podría soportar por veinticuatro horas. Harry sabía como los omegas durante el celo eran envueltos por una urgente nube de necesidad sexual, sin embargo, Louis parecía más asustado y dolorido que necesitado de él.

Sin pensarlo clavó ambas rodillas sobre la madera haciéndola crujir bajo su peso, Louis se veía tan pequeño y débil que sentía como su autocontrol disminuía a una velocidad vertiginosas a cada centímetro que se aproximaba.

Aquello no se parecía en nada a la excitación que podía sentir en Grace cada vez que estaban juntos, a la necesidad por un alfa y el calor emanando por cada uno de sus poros.

Extendió una mano permitiéndose rozar con suavidad el antebrazo del omega, Louis soltó un suave suspiro como si sus dedos tuvieran una propiedad calmante.

"Louis" lo llamó intentando borrar todo rastro de necesidad en su voz, no era él el que importaba ahora mismo "Estoy aquí contigo y puedo ayudarte si me dejas. Solo necesito que..."

"No" las lágrimas comenzaban a humedecer su pecho "Yo puedo solo, siempre puedo"

Estando ahí, arrodillado junto a ese omega que se sentía como suyo, a Harry lo golpeó el entendimiento; Louis nunca había estado con un alfa durante su celo, Louis había sufrido en silencio ahogando sus lágrimas en la soledad de su cuarto sin nadie para abrazarlo, sin nadie para calmar su dolor. Harry pudo sentir el miedo de mil formas diferentes en aquel momento, el de Louis y el suyo propio, el miedo a lo nuevo; a lo desconocido.

Volvió a deslizar su dedo índice sobre su bronceada piel, trazando círculos por toda la extensión de su brazo. La necesidad había desaparecido, solo deseaba ponerlo a salvo y borrar cada rastro de angustia.

¿Qué clase de alfa era? Él que siempre se había definido como un alfa puro, estaba siendo abatido por un celo, el celo de su criaturita.

"No haré nada que tú no quieras" su cuerpo se agitó sintiendo un dolor que ni siquiera era suyo " Pero criaturita, necesito ayudarte. Déjame hacerte sentir mejor"

Poco a poco la cabeza del omega se irguió escapando del escondite de entre sus propios brazos con gran pesar, sus ojos clavándose sobre él.

Con su mano libre hundió sus dedos entre las hebras del cabello del más pequeño, sin dejar de trazar caricias sobre su brazo con la otra, Louis se removió en su lugar haciendo que aquel aroma que ya se había vuelto conocido para él lo sacudiese de nuevo.

"Tengo miedo" confesó en un susurro. Su voz se sentía completamente rota y débil "Tengo demasiado calor y estoy muy muy cansado" El resbalar de una lágrima hizo gruñir a Harry

El rizado se acercó aún más al omega, luchando por mantener a su alfa encerrado en su pecho, necesitaba ser Harry para Louis. Él, que apenas había derramado un par de lágrimas alguna vez en su vida, sentía como sus ojos se aguaban ante cada palabra del omega.

"Yo también estoy asustado, pero aún me da más miedo el dolor por el que estás pasando" admitió sintiendo como el calor invadía sus mejillas. Los ojitos llorosos de Louis se clavaron mayor intensidad sobre él "Estemos asustados juntos"

"No puedo aguantar más" sollozó volviendo a esconder su cabeza. Harry podía sentir el dolor como propio, si Louis se hundía, él lo haría también. El olor de Louis se volvía cada segundo más sofocante.