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Habían pasado semanas desde que jimin y yoongi salían a jugar diariamente, los padres de yoongi cuidaban a los menores, algunos días iban a la casa de la abuela de yoongi para comer un poco o simplemente a pasar el rato, aquel día cuando jimin fue a la casa de los Min, la abuela de yoongi lo había tratado como si fuera el niño más hermoso del mundo, definitivamente amaba a jimin, pero vaya ese día en definitiva no le fue bien a jimin pues al llegar a su casa y cerrar la puerta los gritos y golpes de su tía no se hicieron esperar,  al día siguiente ni siquiera pudo salir de su cama a causa del incesante dolor en todo el cuerpo, solo estuvo unos días en reposo para poder recuperarse, después de eso sus días siguieron un curso relativamente normal, su vida seguía teniendo la misma violencia de antes, eso no iba a cambiar, jamás

Era de tarde y como ya era de costumbre jimin salía al parque para buscar a yoongi, colocó sus guantes y después salió de casa intentando no hacer mucho ruido para no despertar a su tía suran que se encontraba durmiendo placenteramente en aquel viejo sillón café

al salir de su casa, jimin salió casi corriendo para poder llegar rápidamente al parque en donde se encontraba a diario con yoongi, al llegar el menor se dirigió a la banca donde con frecuencia comenzaban a jugar, intentaba evitar a los niños "rudos" que lo molestaban a menudo por ser "una bola de masa", siempre lo empujaban, insultaban o simplemente le lanzaban bolas de nieve, pero solo pasaba cuando no estaba con yoongi, jimin consideraba a su hyung como el ángel que vino a salvarlo, ahora que era su mejor amigo no sabía como sería su triste vida sin él 

— ¡Hyung! - sonrió y lentamente se dirigió a donde se encontraba el mayor - ¿Una mochila? ¿Por qué vino con una mochila? - preguntó mientras intentaba buscar por si mismo la respuesta a su pregunta - 

— Jiminie, hoy no podremos jugar - dijo cabizbajo mientras daba un suspiró - 

— ¿Por qué? - el menor aún no podía descifrar a que se refería el mayor.

— Jimin, yo vivo en Deagu.

— Pero estamos en busan.

— Vengo a busan en las vacaciones de invierno para visitar a mi abuela, antes de que terminen las vacaciones debo regresar a Deagu con mis padres - sonrió intentando animar al menor que ahora soltaba pequeñas lágrimas  - jimin todo estará bien ¿sí? 

Aquellas palabras, esas eran las mismas que había dicho su padre, prometió que todo estaría bien, pero nada estaba bien, nada en la vida de jimin estaba bien, a excepción de yoongi, el había hecho sentir feliz a jimin.

— ¡Mis padres dijeron lo mismo! - sollozaba fuertemente llamando la atención de varias personas en el parque -  nada está bien ahora, estoy triste 

— Jimin, no me voy para siempre, regresaré el próximo año - sonrió - 

— ¡No hyung! por favor no se vaya - sollozo para después abrazarlo - usted no puede irse.

— Jimin, debo irme, mis padres me están esperando - acaricio la cabeza del menor lentamente - te quiero jiminie, toma - le regaló una de sus pulseras, esta era de color negro y le quedaba un poco grande - ponla en tu muñeca, cuando estés triste ella te dará ánimos, será como si no me hubiera ido 

— Hyung, no por favor - se aferró al mayor - no me deje, usted no 

— Jiminie, nos veremos todos los años ¿si? - sonrió para después separarse del abrazo que los unía - adiós jiminie.

Jimin se quedó de pie en el mismo lugar, llorando en silencio pues ni siquiera los sollozos podían salir de su boca, otra vez, había pasado, le habían robado su felicidad de nuevo, aunque solo era algo momentáneamente, se la habían quitado, se había portado bien los últimos días, había limpiado su habitación, había dado las gracias por cada comida, el había sido un buen niño, ¿Por qué todos se iban de su lado? aquella triste pregunta que rondaba por siempre en su cabeza.

Psychopath - YoonminWhere stories live. Discover now