Lights Out ft. Clasificado×Skipper

•lights out•

— No puedo creer que mi propio equipo me haya dejado aquí —gruñó el de cabellos plateados, moviendo de forma furiosa y rápida la cuchara dentro de su taza.   

— ¡Si tú te sientes así, imagina como estoy yo! —quejó el de tuxedo negro, mirándolo ofendido, estaba igual o peor de molesto que su compañero, tampoco podía creer que su propio equipo se hubiera ido a una misión sin él, sin ellos.

El de traje con armamentos y equipos blancos se encontraba encogido de hombros, francamente se le hacía incómodo estar con Skipper, simplemente no entendía bien el porqué debía quedarse allí, en el cuarto de control/reuniones...
Sacó la cuchara de su café y la dejó sobre una servilleta. Movió lentamente la taza, provocando que el líquido dentro de ella se moviera también pero de forma suave y controlada.

El de orbes azules volteó a ver al líder de “La ráfaga polar”, apretando la mandíbula. Desvío su mirada una vez que notó como el más alto se la devolvía, simplemente sintió una gran vergüenza apoderarse de él, ¿por qué había volteado a verlo si quiera? ¿Qué necesidad había?

— Entonces —carraspeó, acercándose a la silla en la que el de cabellos azabache estaba sentado—, ¿Cabo, está bien? ¿Lograron curarlo?

— Sí —se apresuró a responder, sin mirarlo a la cara—, está bastante bien ahora, goza de salud, como viste —lo miró de reojo, cruzado de brazos, apretando los mismos con sus manos.

— Oh... Es cierto —desvió la mirada, sorbiendo el café, ¿cómo se le había ocurrido hacer una pregunta tan estúpida? No tenía sentido.

— Y... Eva, Mecha Corta, Montaña, ¿ellos están bien, les ha ido...? —pregunta, buscando algún tema de conversación.

— ¡Están de maravilla! —responde tan rápido que por poco se ahoga con el café, tose un poco, tapándose con el dorso de la mano—. Hemos tenido algunas dificultades para reponer ciertas naves, ya sabes —mueve un poco el café que queda en la taza, apretando los dientes—, pero tenemos presupuesto para todo, hay incluso un seguro con el que podemos contar, así que...

— ¿Tienen vacaciones? —pregunta el “menor”, jugando con su corbata en lo que veía el hangar con las naves y resto del personal, através de la gran pared de vidrio que había en la habitación— Digo, tanto trabajo es merecedor de descanso.

— La verdad, eh... —se rascó la nuca con rapidez, como si no estuviera seguro— Es probable que sí hayan, pero no las han tomado, al menos yo no he tenido vacaciones desde que empecé aquí —sorbió el resto del café se golpe, dejando la taza en la mesa que tenían—, ¡En fin!, no me gusta hablar de ello.

— Eso debería cambiar... —susurra suavemente, mirando de soslayo.

— ¿Perdona? —se voltea a verlo, recostandose de la mesa, apoyando ambas manos en la misma, alzando una ceja, haciéndose el que no escuchó bien.

— ¡Deberíamos caminar! —se levanta de la silla, provocando que la misma se mueva de forma agresiva hacia atrás— ¿Sabes? Si vamos a estar solos tú y yo deberíamos buscar algo que hacer, ya sabes, algo entretenido ya que no estamos en servicio —agrega, caminando de forma acelerada hacia la salida, bajo la mirada del de piel pálida.

— Interesante, pero... creo que no tengo los mismos planes —sentencia, presionando uno de los botones en el panel de control, provocando que la única puerta que había se cerrase de forma abrupta frente a las narices del estadounidense, quien volteó a verlo de forma seria, incluso enojada—. De hecho, creo que podemos pasarla bien aquí, en donde estamos.

— A menos que tengas un juego de mesa, lo dudo muchísimo —se cruza de brazos, frunciendo el entrecejo, viéndolo a los ojos con intensidad.

— No pasará nada que tú no quieras —dice, acercándose al menor—, pero... antes de empezar con el verdadero entretenimiento, me gustaría saber bien una cosa.