★ Ú𝖑𝖙𝖎𝖒𝖆 𝕯𝖆𝖓𝖟𝖆 ~ 𝕺𝕾

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One Shot dedicado a JazzMza00 ¡Perdón corazón por la demora!
Espero sinceramente que te guste y te sientas identificada con los mensajes que te trae este texto, y que te dedico en lo personal.
Quería compartirte mi más sincero apoyo en todo lo que hacés.

Tomate un tiempo para escuchar estas canciones, van a ser parte fundamental del One Shot






-Bien muchachas, ¡repitan los pasos conmigo! Uno, dos, tres. Uno, dos tres. ¡Sigan así, y no se detengan!

7 de Marzo, 1974
Nueva York
07:15 Hs.

La Danza es la expresión del alma en su más pura faceta.
Cuando el cuerpo expresa lo que la boca calla por pudor, y los sentimientos esconden de la manera más cruelmente posible;
Cuando el dolor te ahoga por las noches,
Cuando el alma pide a gritos clemencia.
Y la mente asesora al corazón con tal de latir más de lo que puedes soportar,
Solo en esos momentos...
Solo allí, en medio de tus sombras
El aire se corta ante el sonido de un Violín,
Y la Última Danza se hace presente,
Para ahogar tus penurias y callar tus pensamientos.

Remuevo el Cielo,
El Sol,
La Noche,
Danzo con la Lluvia, el Viento
Un poco de Amor, un poco De Miel
Y así Bailo,
Bailo,
Bailo.

El agitado día había dejado a Jazz al borde de la locura.
Eran las siete y cuarto de la mañana, cuando el sol despuntó en todo su apogeo y empezó a mover las calles de Nueva York con su típico calor de Verano. El estridente ruido urbano, autos viniendo de acá para allá y personas agobiadas ante la idea de soportar un día más al enfermizo sistema, hicieron mella en el subconsciente de la bonita castaña. La cuál con toda la pereza del mundo, se disponía a prepararse para su nuevo día.

Jazz, de veinticuatro años, cocinó un desayuno rápido pero abundante, comiéndolo con toda la paciencia del mundo; pues faltaba una hora aún para que las clases en la Academia Neoyorquina de Danza comenzaran, y ella había programado su despertador con tal de tener tiempo para acomodar sus ideas y no volarse la mente con las inquietudes cotidianas.

Terminó su comida bajo un suspiro cansado, pensando en que no debería haber ingerido tantas grasas a tan temprano horario. No se acostumbraba a las extrañas costumbres norteamericanas. Pues ella como mexicana, disfrutaba muy seguido de esa sensación casera de comida en casa.

Aún así, no se quejaba.

Jazz había esperado muchísimo tiempo por esa oportunidad, como inmigrante la vida le había dado vuelta como una media. Y la gente todavía le seguía mirando como una extraña, con disgusto en su mirar antes sus costumbres tan latinas y su inglés poco fluido.
Claro estaba que poco le importaba. La bonita castaña rentaba un apartamento en el centro de New York; a solo treinta dólares el mes.

Se las arreglaba como podía, entre ser la secretaria de una tal Coco Schawb, y sus estudios en la academia anteriormente mencionada.
Su ingreso le permitía costear aquel lujo de hogar, remodelado a su gusto y comodidad, y alimentos dentro de todo saludables. Intentaba salir adelante día a día, con lo que le apasionaba hacer.

Volvía a recordar mientras sentía una corriente de aire envolverla en una extraña sensación de nostalgia. Ahora que lo recordaba, había conseguido ese empleo hacia cuatro o cinco meses (realmente no lo tenía en claro) y le había parecido en extremo sospechoso, haber visto una extraña y elegante mujer, en medio de sus clases una vez.
No le había quitado los ojos de encima, y se preguntaba el por qué de aquél extraño suceso.

𝑫𝒂𝒗𝒊𝒅 𝑩𝒐𝒘𝒊𝒆 - 𝑺𝒕𝒖𝒇𝒇 𝒂𝒏𝒅 𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora