Si una vez...

2.1K 170 16
                                    



 Había sido un buen día de solo chicas, salió junto con Ieiri y Mei a hacer algunas compras, luego se fueron a beber algunas cervezas y después pasaron a un Karaoke para terminar con el día perfecto, en el camino se encontraron con varias de sus alumnas quienes se apuntaron para ir a cantar un rato con sus maestras. Tanto Ieiri y Mei estaban con un ojo encima de Utahime porque hace poco había terminado una relación amorosa de la cual no había querido hablar pero ya tenía un par de copas encima, no solía embriagarse casi nunca pero ahora mismo estaba a un pelo de hacer borrón de casset; fue entonces que apareció un detonante para la azabache.

De la nada se les había sumado Gojo, Nanami, Megumi, Itadori e Ijichi a su grupo en el karaoke, fue entonces que el de cabello blanco comenzó a molestarla como siempre haciendo que se colocara roja de rabia.

-No te pongas histérica- recomendó el más alto.

-Me pongo como se me dé la regalada gana, ¿Quién eres tú para impedírmelo?- se quedó mirándolo sin recibir respuesta- Responde, ¿Ahora te importa lo que pase conmigo?

-Iori...

-Iori nada, jodete- se levantó de su asiento pidiendo el micrófono –Queridos alumnos, alumnas y amigas – apunto a todo mundo –Voy a interpretarles una canción y se trata de cuando una es tonta y comente errores como meterse con un imbécil que no vale la pena.

Fue entonces que coloco la música en la televisión y empezó con la canción mientras Ieiri y Mei quería bajarla de la mesa a la cual se había subido cual ardilla apenas empezó la música, ella iba caminando por la larga mesa esquivando a sus amigas hasta que comenzó a cantar.

Yo...

Te di todo mi amor y más

Y tú

No reconoces ni lo que es, amar

Comenzó a cantar apuntando al de cabello blanco quien la miraba entre entretenido y preocupado de que no se fuera a caer de la mesa, entonces la azabache continuo.

Yo

Me puse dispuesta a tus pies

Y tan solo con desprecio me has pagado, pero ahora ve.

Se colocó de rodillas en la mesa a la altura de Gojo para tomarlo del cuello de la camisa y comenzar con el coro mientras todo el mundo la miraba asombrado, preocupado y entretenido con el mini show de la maestra que parecía siempre tan seria.

Si una vez dije que te amaba, hoy me arrepiento

Si una vez dije que te amaba, no sé lo que pensé estaba loca

Si una vez dije que te amaba

Y que por ti la vida daba

Si una vez dije que te amaba, no lo vuelvo a hacer

Ese error es cosa de ayer.

La canción continuo un poco más hasta que la azabache se encontró saciada de toda la sed de venganza que tenía contra el de cabello blanco, a todo mundo le había quedado claro que ambos habían tenido una relación y claramente esta había terminado abruptamente.

-Gente, siento mucho el espectáculo –dijo cuándo se bajó de la mesa tambaleándose un poco –Pero ese monstruo no tiene ni un poco de corazón –apunto nuevamente a Gojo- Ahora me iré a casa y pasar mucha vergüenza.

Salió del lugar decidida mientras era seguida por Gojo, a la salida del lugar uno de los chicos de la recepción del lugar se despidió amablemente y Utahime aprovecho para hacer la última locura de la noche, agarrando al muchacho besándolo a vista y paciencia del de cabello blanco quien la separo del chico y se la colgó al hombro mientras ella golpeaba y pataleaba.

-Suéltame, animal.

-No, estas demasiado borracha y loca –le aclaro.

-¿Y dónde me llevas?

-A casa, a ver si te calmas un poco y hablamos.

-No tengo nada que hablar contigo.

Se la llevo todo el camino en la misma posición hasta que llegaron al departamento de la azabache en donde intento dejarlo fuera para claramente no lo logro, entonces se le instalo en el sofá de la sala.

-¿Se puede saber a qué vino todo ese espectáculo?

-Estoy enojada- golpeo el piso fuerte con su pie –Realmente enojada.

-Eso pudo notarlo.

-Mira, que quisieras terminar conmigo es lo de menos, esas cosas pasan, las parejas dejan de quererse, pero tú – lo apunto furiosa- ¡ME TERMINASTE POR MENSAJE! MEDIANTE UN PUTO MENSAJE- comenzó a tirarlo cuanta almohada o mino adorno tenía en su sala los cuales rebotaban con el vacío del más alto – ¡ERES DE LO PEOR GOJO SATORU!

-No fue así –dijo con tranquilidad.

-¿¡COMO QUE NO!?

-Te estaba buscando para explicarte que perdí mi teléfono hace unas semanas cuando fui con los chicos a una misión en Osaka, no podía comunicarme contigo y cuando llegue a la escuela resulta que a todo mundo le había mandado mensajes y no pude ser yo porque no tenía mi teléfono conmigo, tengo testigos de que así es. Seguramente quien te escribió le pareció gracioso hacer esa tontería.

-No me mientas –le advirtió.

-No lo estoy haciendo, puedes pedir el teléfono de todos a los que les mande mensaje y preguntarle a Megumi, Yuuji y Nobara si miento o no.

-Pero...

-Sé que eres impulsiva y esas cosas pero tenías que hablar conmigo primero –la culpa azoto a la azabache –No me importa que todos sepan que estamos juntos pero la que paso la vergüenza eres tu – entonces se rio- Jamás lo van a olvidar.

-Nunca más daré clases –escondió su rostro entre sus manos, a estas alturas hasta la borrachera se le había pasado –Viviré dentro de un agujero en el fin del mundo.

-Lo hecho, hecho esta –tomo su mano y la hizo sentarse sobre su regazo – Déjame mirar esa cara sonrojada.

-No te burles- hizo un mohín con sus mejillas.

-No lo hare, pero créeme que recuerdo bien el beso que le diste a ese otro chico, ¿Crees que te va a salir gratis?

-Ya pague bastante creyendo que habías sido tan canalla de terminar conmigo por mensaje.

-Pero eso no fue mi culpa- se acurruco en el cuello de la azabache –Creo que merezco una compensación por tu engaño, Utahime senpai.

-Gojo...

-Prometo que esta vez no despertaremos a los vecinos.

Dicho eso la llevo hasta el cuarto en donde se cobraría las acciones de las últimas horas de la azabache, sabía que Utahime era una pequeña fiera mal humorada, pero ahora también sabía que podía ser una mujer despechada muy letal y eso aunque sonara raro, le encantaba.

Fin. 

Amor con Música de Señora.Where stories live. Discover now