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Cuando salí de la habitación, me dirigí primero a la oficina de madre.

Toque la puerta y espere la confirmación para pasar, cuando la recibí, entre.

—Hola Madre— ella levantó la vista de su teléfono y sonrió de lado

—Hola de Nuevo, ¿Thanatos ya te dijo de las clases prácticas — asentí con la cabeza — Supongo que viniste a confirmar que me lo haya dicho.— se paro de la silla y se dirigió a donde estaba.

Asentí de nuevo con la cabeza.

—La última vez, el no te había dicho nada, y yo también terminé castigado por los problemas que causó— Me queje, ella sonrió y evite poner mala cara.

Parados uno frente al otro, me di cuenta que no soy tan alto alado de ella, como con otras personas, supongo que genética de Dios.

—¿Esto está bien?— di un giro en mi propio eje, mostrándole mi ropa a Madre.

Tenía una camisa negra con patrones cuadrados, los primeros dos botones no estaban abrochados, con unos pantalones negros rasgados y botas de combate negras.

—Estas perfecto— me acomodó el cuello de la camisa y me peino el pelo.

Se quedó viendo mi frente, donde tengo los cristales negros.

—Creo que te convendría usar tu forma humana. A los humanos le asustara que te parezcas tanto a Maléfica, suficiente con tu hermana en Auradon.—

—Tienes razón— era lógico, pero tan acostumbrado a no cambiar mi apariencia, que no lo había pensado.

Cerre los ojos y Concentre mi magia por mi cuerpo, era como un fuego recorriendo mis venas, una enredadera por mi sistema.

Podía sentir los cambios, como perdí los cuernos, algunos cristales, mis colmillos de dos centímetros, las orejas puntiagudas, la lengua larga, las uñas extremadamente afiladas, incluso un par de centímetros de altura.

Lo único que no perdí, que me importaba, era el pelo largo.

Pero igual Me sentía raro, por la falta de costumbre.

Cuando los abrí una vez más, Madre me estaba viendo con los ojos entrecerrados.

—Te pareces mucho a Hades, cuando el esta en su forma humana—

Si, me lo decía cada vez que hacía esto.

—Bueno madre, me tengo que ir, cuando vuelva vendré a avisarte— Nos abrazamos, le di un beso en la mejilla y me dirigí a la puerta– Nos vemos Má—

—Hasta Luego Draco—

Le Sonreí y me fui a mi encuentro con Thanatos.

Doblar por aquí y por allá, hasta que llegue a la entrada de la Mansión - Que parecía mas un castillo - en el que vivía.

Llegue a la entrada y lo vi, y el me vio.

—Oh, hasta que llegas— Dejo de recargarse en la columna y me miro de arriba a abajo, con una mano en la cadera.

—Bien, Vamos—

Y empezamos a caminar al auto, un Cámaro Negro.

Me gustaba mucho este auto.

Nos subimos y empezó empezó conducir.

Lo mire haciéndolo, tratando de memorizar el como hacerlo, para cuando saque mí licencia.

—¿No me vas a preguntar que vamos a hacer exactamente?— preguntó divertido, sacándome de mi concentración.

—¿Que vamos a hacer?— pregunté, el bufo y murmuró algo por lo bajo.

The Other Son - DescendientesWhere stories live. Discover now