Capítulo 4

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Pov tu

Las tardes en la cafetería son tranquilas, de eso no puedo quejarme, los clientes son los suficientes y las propinas muy buenas. Llevaba trabajando aquí ya dos meses, el tiempo en que mi familia se mudó a la ciudad por cuestiones de familia y trabajo, se me había hecho difícil conseguir el empleo pero luego de insistir mucho decidieron dármelo y me siento bien con ello.

Fred y  Evan trabajan en un taller mecánico, hacer este tipo de cosas les da un promedio de 20 dólares la hora, así que no  está tan mal y les ayuda para la renta de su departamento y otras cosas necesarias.

Está tarde era como cualquiera otra, conversaba con dos de mis compañeros de trabajo, Clara y John, hasta que algún nuevo cliente llegaba y nos poníamos a trabajar, esa era la situación de ahora, a mí me tocó la mesa donde un chico con capucha estaba viendo el menú.

Tu: Buenas tardes, que va a ordenar?  - dije sonriendo un poco cuando llegue a su mesa

Al levantar la mirada no pude ocultar mi sorpresa al ver los mismos ojos celestes de esta mañana, Dominik había venido a la cafetería donde yo laboraba, y por su expresión podía ver que también me ha reconocido. Por la forma en que me examino supuse que no esperaba verme trabajando aquí, pero no tenia de que avergonzarme, muchos adolescentes conseguían empleos de medio tiempo después de la escuela.

Aunque era obvio que él no, la forma en la que iba vestido hablaba por sí mismo, debía de ser de buena familia o algo así. Debía estar acostumbrado a no hacer nada más que estudiar y divertirse.

Dominik: Trabajas aquí? – dijo rompiendo el incómodo silencio

Tu: Sí, la mayoría de adolecentes tiene empleos luego de la escuela – dije lentamente para que pudiera entenderlo y dejara de verme raro

Dominik se lo pensó por un momento y luego esbozo una sonrisa burlona

Dominik: No lo sabía, ese no es mi caso

Lo mire seria y dije

Tu: No, no es el tuyo – dije algo molesta por su burla – ¿que es lo que vas a pedir? – dije para que se apresurara

Dominik: No lo sé, hay tantas cosas…ve por ahí, yo te llamo luego – dijo moviendo su mano sin importancia

Admito que eso me ofendió, pero había muchas personas presentes como para recriminárselo y obviamente no iba a perder mi empleo por alguien como él. Me di vuelta sin decir nada y camine hacía las cocinas. Creía que podría llegarme a caer bien, por lo visto era un error, podía ser igual o peor de idiota que Aleksander.

Una vez dentro de las cocinas fui al baño y me lave las manos dejando que el agua fría me relajara, de todas las cafeterías de aquí tenía que venir precisamente a la mía?. Sacudí mi cabeza y me acomode el cabello, el uniforme de aquí no era tan malo, era como un vestido con manga corta y solo un poco arriba de la rodilla, no tan llamativo pues era de un solo color, todo violeta bajo y un delantal negro adelante en la cintura con bolsillo para poder guardar la libreta de apunte y el lapicero.

El uniforme fue una de las razones por las que quería este trabajo, ya había visto en otros sitios y el uniforme era demasiado explicito, supongo que para llamar la atención de la clientela masculina y realmente no tenía eso como meta, así que no solicite empleo en ninguno de esos lugares. Al salir de vuelta al mostrador me encontré con Clara y John descansando

Tu: Hey, terminaron con sus órdenes? – dije sentándome a su lado

Clara: Casi, intentamos pedirle la orden al chico de la mesa 8 – dijo haciendo una mueca

John: Nos rechazó como perros, que se cree por tener dinero?

Tu: De que hablan?

Clara: Pues a mí me dijo que hiciera bien mi trabajo y no le hablara con tanta confianza – dijo frunciendo el ceño – es de mi edad, no pensé que quisiera que le hablaren como a un viejo estirado

Me quede casi con la boca abierta, a mí me había respondido cortante pero no tan mal como a ellos, mire hacía la mesa de Dominik y lo encontré mirándome, levanto la mano en señal de que iba a ordenar y sonrió con burla.

John: Genial, luego de media hora se le ocurre ordenar – dijo molesto – yo no voy

Clara: Yo menos, ve tú _____

Suspire y asentí, tenía la sensación de que el llamado era para mí de todas formas, una vez frente a él dije

Tu: No tenías que ser tan idiota sabes? – dije viéndolo mal

Dominik: Disculpa? - Dijo arqueando una ceja

Tu: La forma en que trataste a los otros meseros, no era necesario tanta hostilidad – dije ofendida

Dominik: No es tu problema – dijo viéndome serio – solo atiéndeme, no te he llamado para que me des una charla de comportamiento

Apreté mis dientes conteniéndome para no responderle peor y suspire

Tu:¿ Que va a ordenar, Sr. Santorski? – dije sacando la libreta y viéndolo mal

Sonrió con gracia y dijo

Dominik: Un café, y a todo esto, ¿como sabes mi apellido?

Tu: Eso es algo que no te incumbe – dije sonriendo con malicia – si eso es todo lo que pedirás, me retiro

No le di tiempo a responder y me fui de ahí, quizá había cometido un error al decir su apellido, peor bueno, en cualquier momento Fred y Evan le dirían que ellos lo salvaron de morir, menuda persona, estuvo a punto de morir y sigue comportándose como un idiota.

Su pedido no demoró en salir y está vez envíe a Clara a dárselo, no quería hablarle o sino terminaría perdiendo el empleo por hacer una escena. Me encontraba atendiendo otras órdenes cuando escuche problemas en la mesa 8 y a Clara enfadada volviendo al mostrador.

Tu: Que paso?

Clara: Es un imbécil, no quiso recibir la orden a menos a que tú se la llevarás – dijo enfadada – lo conoces de algún sitio?

Tu: Algo así, pero eso no tiene nada que ver, no somos amigos

Clara: Pues tiene algún problema contigo porque no va a recibir el bendito café si no se lo llevas tú – dijo para luego volver a las cocinas

Tu: Menudo tonto – me quejé

Tome el café y se lo dejé en la mesa haciéndolo sonar

Dominik: ¿Y dices que eres meseras? – Dijo arqueando una ceja – deberían hacerte la prueba de nuevo

Tu: Que rayos pasa contigo? – Dije molesta – pudiste ahorrarte esto si aceptabas el café de clara

Dominik: Pero no sé lo pedí a ella – dijo empezando a beberlo como si nada

Tu: Eres increíble – dije negando con la cabeza

Dominik: Gracias

Tu: No era un cumplido – dije viéndolo mal – eres un malcriado

Dicho esto me devolví al mostrador y me alegre de que no dijera nada más, al cabo de un rato lo vi frente a mí dispuesto a pagar.

Dominik: Tienes suerte de que no vea a tu jefe, diría que le servicio aquí es pésimo – dijo entregándome un billete

Tu: Cretino – dije abriendo la caja registradora

Dominik: Inútil – dijo frunciendo el ceño – y ya me dirás de donde me conoces?

Tu: Rebusca en tus recuerdos, quizá halles algo útil – dije con burla

Eso pareció confundirlo, le da su cambió pero no lo recibió

Dominik: Puedes quedártelo, no lo necesito

Tu: No gracias, no quiero nada tuyo – dije devolviéndoselo

Entrecerró los ojos seriamente pero no dijo nada, lo tomó y se fue. Al fin pude respirar con tranquilidad, el resto del día fue como siempre, pero no pude evitar pensar en que habrían descubierto ya mis amigos sobre ese chico.

Segunda Oportunidad (Dominik Santorski y tu)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora