#03 -Una incómoda presentación

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Narrador

(Tn) estaba de pie, alo lejos podía ver la entrada al Bosque Encantado, estaba en el mismo lugar donde ese demonio la había atacado, y donde él la había salvado.

Sabía que no debía hacerlo pero aun así lo hizo. Sentía la curiosidad de saber si lo volvería a ver, sabía muy bien que ahora más que nunca eso era un gran riesgo, pero no le importó, durante toda la noche esos ojos oscuros inundaron su cabeza, no la dejaban dormir, su curiosidad era más grande que cualquier cosa, así que decidió correr el riesgo.

La chica daba vueltas de un lado a otro, jugando con sus dedos, nerviosa, sintiéndose algo tonta por estar esperándolo.

-Estás siendo muy estúpida... -se dijo a ella misma, dándose un leve golpe es su cabeza. -Mierda, ¿por qué haces esto?

Hablar con ella misma ya se le había hecho costumbre.

De golpe sintió una electricidad recorrerla completa, detuvo su caminar de golpe, dirigió su vista hacia su lado izquierdo, escuchó pasos, pasos cada vez más cerca, sintió una opresión en su pecho que la hizo ponerse más nerviosa. Entonces lo vio a él; a él mismo chico demonio.

-"¡Tu!"- exclamarón los dos al mismo tiempo.

Quedaron viéndose por unos segundos, (Tn) sin saber cómo reaccionar, y Zeldris, teniendo un debate interno entre irse o quedarse. La expresión del chico era de pura seriedad, esos ojos oscuros la miraba directo, era como si pudiera ver a través de su alma.

-¿Q-Qué haces aquí...? -una vez más se sintió estúpida por su forma de romper el silencio.

-No tengo que darte explicaciones. -respondió con un tono frío y serio el verdugo.

Despues de esa respuesta hubo un pequeño silencio. (Tn) estaba nerviosa era la primera vez que se sentía así y la expresión sin sentimientos del azabache no le ayudaban en nada. Una vez más decidió romper el silencio.

-De nuevo gracias... por salvarme ayer. -dijo apenada, desvíando su mirada.

-Ya te dije el por qué lo hice. -respondió sin más el de ojos negros.

-De todos modos gracias. -volvió a decir, pero esta vez logrando sostenerle la mirada. -¿Qué haces aquí? -pregunto con suavidad.

El demonio suspiró.

-Solo quise distraerme.

Hubo otro silencio incomodo. (Tn) quería hablar con él pero no sabía de qué. Todo era silencio, solo se escuchaban las respiraciones de ambas personas. Pero otro ruido se hizo presente; el estómago del joven príncipe. Había soltado un gruñido, señalando que moría de hambre, a causa de ese gruñido, (Tn) solo rio por lo bajo para despues volar hacia un árbol que estaba al lado de ellos para cortar dos manzanas y lanzarle una al joven príncipe, quien la vio con sorpresa.

-¿Tienes hambre, no? -preguntó con una dulce sonrisa la joven.

Zeldris solo miró hacia otra dirección para demostrar que no le importaba pero no pudo más y le dio una mordida a la manzana lo cual hizo que (Tn) volviera a reir para despues volver al suelo. El joven se alejo y se sento bajo ese árbol para seguir comiendo pero con los ojos cerrados, y (Tn) con una sonrisa se acerco y se sentó a su lado. Ambos terminaron de comer y el principe se recosto sobre el árbol mientras que volvía el silencio, (Tn) volvió a hablar. Ella pensó que se acostumbraría a romper los silencios.

- Y... -dijo alargando la "Y "para preguntar cualquier cosa, volteó a ver a Zeldris, quien la observaba directo. Eso causó un leve sonrojo en ella y rápidamente desvió su mirada al suelo. -¿Vienes seguido...?

(...)

-Volví -dijo la castaña al llegar al Árbol Sagrado.

-Tardaste algo, ¿todo bien? -preguntó el Rey mientras terminaba de darle indicaciones a algunas otras hadas.

-Lo siento Gloxi, me distraje. -respondió sin importancia.

-Tranquila. ¿Tienes hambre?
-preguntó el pelirrojo.

-No, comí hace un rato, pero tengo sueño. Dormiré un rato. -se acercó al hada para darle un abrazo.

-Hasta mañana, (Tn) -dijo Gloxinia con una sonrisa.

Al entrar a su cuarto, se recargó contra la puerta, con su vista en un lugar muerto, pensando si debía seguir con eso o no. Estaba confundida, en ese tiempo que pasó con él descubrió que era frío y cerrado, pero también descubrió que quería seguir viéndolo. Ella estaba dispuesta a ir todos los días a ese lugar con tal de verlo, pero solo quería saber si él también irá.

Pero tambien debía pensar en cómo encontrar al asesino de sus padres y el cómo poder entrar a otro clan para ya no ocultarse. Eso sería muy complicado.

Amo tu secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora