🌹•XIII○Capítulo Trece

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-¿Separarte de Maximiliano, de verdad?-Interrogó confundida.



-No sé con certeza si lo que siento es real...-Manifesté.



-¡No me digas!-Gritó y se cerró la boca mientras se carcajeaba.



En ese momento sonó el timbre repetidas veces y Hailey se levantó descalza del mueble, corrió a la puerta y abrió exhausta.



-¡Esto es para ti, señorita D'Angelo!-Vociferó a todo pulmón, desbordándose de felicidad. Quedé estupefacta al verla entrar con un ramo grandísimo de margaritas, junto a una nota romántica.



-Dice: Para la futura señorita D'Angelo, la mujer más radiante del universo. Si amarte fuese un delito, estaría condenado a muchos años de prisión.-Expresó-



Ese detalle fue demasiado tierno y la nota me tenía la piel de gallina.



Dos minutos más tarde recibí un mensaje de Maximiliano.



-¿Estás segura que no lo amas?-Inquirió Hailey,



-Hay días que me invade la inseguridad y dudas. ¿Sabes? Jamás me había sentido así con nadie y me resulta sumamente raro. –Describí.



-Niña, tú estás enamoradita.-Confesó. -¡No cabe duda que ese hombre también lo está de ti!-Expresó Hailey sosteniendo la nota del detalle que me envió Maximiliano.



-No hay nada que pueda separarte cuando amas a alguien. Sin ir muy lejos a encontrar eso, mi relación con Christian no fue fácil, mis suegros no me aceptaron, se negaron a asistir a su boda, su mayor ilusión fue una intención de opacar su felicidad, pero no, él me miró ese día especial, de manera distinta. El tiempo nos hizo darnos cuenta de la clave para mantenernos unidos. –Añadió Hailey. Cuando ella exponía palabras para mí, parecía pensar antes de hablar, se veía tranquila, serena, relajada, hablando con tanta paz que te rodeaba de un ambiente espectacular.



Me detuve en la ventana que brindaba una vista espectacular de la ciudad, pensé sobre el poder de las palabras. ¡Es increíble! Ellas tienen una fuerza tal, para bien o para mal, ellas construyen o destruyen. Las palabras son la viva manifestación de nuestro mundo interior.



Escuchamos el timbre nuevamente, me quedé pensando en tantísimas cosas. ¿Quién podría ser? Hailey fue a abrir la puerta.



-¡Buenas noches!-Escuché su voz y mi mundo se revolucionó. -¿Cómo estás?-Añadió con caballerosidad a mi amiga.

MI FLORWhere stories live. Discover now