🌹•X○Capítulo Diez

Start from the beginning
                                    

Una llamada se interpuso entre nosotros, obligándonos a salir de nuestra afable burbuja de amor. Maximiliano me besó la frente para sellar el momento con broche de plata y salió de la habitación con su teléfono, caminando con total libertad. Disfruté de las vistas, mientras recogía la vajilla. Posteriormente se volvió a mí para anunciar una noticia.

-Nena, mis padres adelantaron la cena para las seis de la tarde. –Masculló.

-Vale, entonces vuelve a tu casa y me recoges.-Propuse.

Maximiliano se marchó de mi domicilio, dejándome en las cuatro paredes más solitarias del mundo. Para instalar un ambiente lleno de alegría, conecté una playlist motivadora. Escuché sonar el timbre repetidas veces, mientras escribía un poco sobre lo que sentía. Acudí a la puerta con rapidez para encontrar una rubia teñida de metro ochenta, con un estilo mini malista, una mujer que antes llevaba una Yorkshire terrier, pero ahora tenía una nueva vida, se enfrentaba a una aventura desconocida, ser madre primeriza de Alessandro.

-¡Amigaaaa! Trajiste a mi hermoso bebé. –Exclamé con alegría. Pasé de Hailey para tomar a precioso sobrino putativo de su coche Bugaboo Lynx

-¡Cariñito! ¿Cómo estás?-Reveló Hailey. Entró incorporándose en una silla de la isla de la cocina.

-Pues, por ahora de maravilla, cari. –Balbuceó.

A Hailey la conocí en un viaje de reconstrucción espiritual, de esos donde te reencuentras con tu yo interior. Sinceramente fue una amistad ideal. Con Hailey me siento muy cómoda, podemos expresarnos sin temor, ni siquiera hay que hablar, a veces ella me entiende con solo una mirada, reconociendo exactamente como me siento, es impresionante. Somos un dúo dinámico.

-¡Hueles a hombre, Roses!-Farfulló. En ocasiones ella percibía, esa era una de muchas más. Era astuta. -¿A quién estás escondiendo en este lugar?-Curioseó.

-Huele riquísimo, lo sé. Soy novia de Maximiliano D'Angelo. –Expliqué mientras mecía en brazos a un adormecido Alessandro.

-¡No puede ser verdad!- Gritó a todo pulmón con una cara de sorpresa impresionante.

-¿No me crees?-Cuestioné. Busqué en mi teléfono la major fotografía de mi vida, Maximiliano durmiendo. Se me olvidó actualizar que tenía muchas más, también decidí crear un albúm llamado: Amore, que significa amor en italiano.

Hailey se quedó estupefacta, simplemente no podía creerlo.

-Reprime tu felicidad.-Acoté. Dejé al pequeño bebé en su coche dormido y lo observé con tranquilidad.

-¡Me alegro muchísimo por ti, nena!-Exclamó y se abalanzó a abrazarme. –¿Por qué razón no me contaste antes?-Agregó.

-Porque llevamos apenas unas semanas oficialmente. –Confesé.

-Ay, nena. Se nota lo feliz que eres y... sabes muy bien que si tú eres feliz, yo también lo soy. –Declaró.

-Hoy conozco a mis suegros... -Añadí a la conversación.

-¡Tienes que lucir radiante!-Dijo.

¡Voy a conocer a mis suegros! Bueno, técnicamente los conozco, pero... como la escritora más notable de la editorial, no como la novia de Maximiliano.

Hailey se quedó todo el día, me ayudó a lucir radiante. Disfrutamos de Alessandro con sus gestos tiernos de bebé. Cocinamos también, bailamos y nos reímos.

A las cinco de la tarde, acordé que Maximiliano pasaría por mí. Estaba maquillada por Hailey, resaltando mis labios con un rojo pasión, pues mis ojos lucían brillantes, llevaba las uñas con un color oro y rojo. Como outfit llevaba un vestido verde largo confeccionado en gasa, con un corte en la cintura con capas fruncidas y detalles con flores desde el cuello hasta la espalda formando tirantes de Rocio Osorno, unos tacones de plataforma en ante sintético con puntera redondeada, tacón cuadrado revestido y pulsera en el tobillo con elástico oculto y hebilla de metal de H&M. Rocié un poco de spray vaporisateur Black Opium; mi cabello esa noche iba suelto en unos rizos. Estaba preciosa, todo gracias a Hailey

MI FLORWhere stories live. Discover now