🌹•IV○Capítulo Cuatro

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Bajamos las escaleras, hasta la entrada del edificio donde estaba estacionado una Ford EcoSport blanca, un auto precioso. Se adelantó, desactivó la alarma y abrió la puerta para mí, luego la cerró. Cuando llegó a su asiento, antes de encender el motor, me sorprendió.

-¿Qué música te gusta escuchar?-Interrogó con el ceño fruncido, cuando estuvo asegurado con el cinturón de seguridad.

-Soy receptiva a muchos géneros. Amo el instrumental, reggae, el pop, puedo pasar el rock. Mis cantantes predilectos son: Adele, Rihanna, Shawn Mendes, Bruno Mars, Camilo, Ricardo Montaner, Noah Cirus. Si hablamos de grupos: 5 Seconds of Summer, Maroon Five, Caramelos de Cianuro, One Direction y un sinfín.-Acordé.

-¡Wow! Desde la adolescencia soy fan de 5 Seconds of Summer, Bruno Mars y Rihanna.-Expresó. Encendió el auto, emprendió un camino desconocido para mí. –Pon lo que quieras en la radio, si quieres conectar la música del teléfono, solo activa el Bluetooth.

Instalé un playlist de 5 Seconds of Summer, cantamos algunas estrofas al unísono, intercambiamos miradas cómplices y sonrisas.

Tardamos alrededor de veinte minutos en llegar a un restaurant sencillo. Él volvió a abrir la puerta para mí, bajé y lo seguí a un ritmo pausado.

Nos recibieron con amabilidad y mucha atención. Era un lugar sencillo, no era lujoso, pero sí higiénico, rodeado de naturaleza, la luz de la luna y las estrellas, se percibía frescura, aún sin existir un aire acondicionado.

Apenas nos sentamos, nos recibió una presencia encantadora, nos tomó la orden, una mujer mayor, pero rebosante en cariño.

-¡Hola preciosa!-Susurró con amor. –¿Qué van a ordenar esta noche?-Agregó.

Leí la carta, tenían un menú muy extenso. Miré la opción de una pizza vegana y se me antojó

-¿Tú, qué vas a pedir?-Curiosee.

-Soy vegano-Reconoció Maximiliano. –Una pizza vegana, exquisita de verdad es, pues tuve el placer de probarla hace unas semanas.-Añadió.

-Entonces, pediré una pizza vegana. –Susurré. -¡Excelente estilo de vida! Desde hace unos años que quise implementarlo, pero es una vida muy cara.-Me sinceré.

-¡Tienes razón en ello! Es verdad, es una vida muy cara. Pero es la mejor decisión que tomé cuando me mudé a vivir solo, porque mis padres pensaban que estaba loco. Vi tantas realidades en el mundo animal que me aferré aún más a mi filosofía. Asistí a un nutricionista, porque me estaba sintiendo terrible comiendo chatarra, comidas llenas de mucho aceite y mis preferidas, las que tenían picante.-Anunció. –Él me dijo teniendo veinte años que si quería cambiar mi vida, lo hiciera. Empecé eliminando los lácteos, la gelatina, el pollo, la miel de abejas, la carne, las frituras, lo cambié por algunas verduras y fruta. Empecé a ejercitarme, pero todo a mi manera, dos días a la semana, luego tres, tras eso, iba cuatro días, después obtuve resultados impresionantes, puse a salvo mi salud y mi futuro.-Manifestó, me dejó impresionada.

-Eso es maravilloso, Maximiliano.-Respondí ante sus palabras. No sabía ni que decir.

-Ocasionalmente bebo alcohol, en sociedad. –Añadió. –Ese primer día que te vi, estaba en la despedida de soltero de un amigo, sino no hubiese ido. –Sonrió, parecía recordar aquel instante fugaz. Cruzó su mano por encima de la mesa sobre la mía. Analicé con detenimiento su manera de ser ante mí.

Sus piernas estaban abiertas, extendidas muy cerca de las mías. No me quitaba la mirada de encima. Sus labios estaban entreabiertos. No separó su mano de las mías, hasta que llegó la comida, ni hablamos, se robó toda mi atención.

MI FLORWhere stories live. Discover now