Si antes atacaban nuestros convoyes cada dos o tres días, una vez se dió a conocer que éramos un asentamiento fuerte y con tantos recursos a nuestra disposición, los ataques eran prácticamente diarios por parte de los buitres y los despojos que no tenían mucho que perder, pero por parte de Inmortan Joe prácticamente cesaron las hostilidades.

Nuestros guerreros, incluyéndome, al tener mejores defensas y blindaje teníamos la ventaja en cada asalto sabiendo aprovecharla, también hay que decir que no siempre volvíamos todos vivos a casa, pero nuestras leves bajas no se comparaban con las de nuestros enemigos y los pocos que lograban huir nos dejaban los restos de sus máquinas y provisiones, un gran detalle por su parte.

A cada uno se le asignó una tarea en base a sus capacidades y talentos, unos se dedicaron a la producción y elaboración de ropa usando como materia prima las telas y pieles que "importamos" de los hacedores de piel a cambio de suministros.

Otros se apuntaron a las patrullas de reconocimiento y recolección especializados en buscar y garrapiñar toda clase de chatarra y artilugios que encontrasen en el páramo además de informar al creador de mapas sobre los nuevos lugares que no habíamos explorado hasta ahora.

Luego estaban los escuadrones de envío y protección de suministros, hombres y mujeres sin miedo a nada al volante de grandes camiones blindados y numerosos vehículos de persecución todos y cada uno armados hasta los dientes que se aseguraban de llevar y traer suministros y mercancías hacia o desde los demás asentamientos con los que habíamos establecido acuerdos comerciales, fomentando así el libre comercio.

Los mecánicos especializados en modificaciones para nuestras máquinas eran muchos y muy serviciales, si uno no sabía cómo hacer cierta reparación en su máquina éstos lo hacían.

Yo por mi parte hago prácticamente de todo, patrullas de recolección, protección durante operaciones de suministro, ayudar a los demás guerreros y camaradas con sus preciadas máquinas arreglando motores y demás, incluso sabía hacer punto y aún tenía tiempo para enseñarles a los más pequeños algunas cosas útiles para garantizar y si no garantizar tener mayor probabilidad de sobrevivir en el mundo que les ha tocado vivir... Es un no parar, pero vale la pena el esfuerzo.

Volviendo al presente ahora mismo en mi garaje solo se escucha el característico sonido de la llave de carraca dándole los últimos retoques al nuevo motor de mi hot rod y una vez concluyo y estando satisfecho de mi trabajo salgo de debajo del hueco central de la plataforma donde descansa el coche con varias manchas grasa y aceite en mi cara y parte de la camisa.

Me estiro un poco para relajar la postura y limpio un poco los restos de suciedad de mi cara y manos con un trapo que luego en el bolsillo trasero del pantalón.

Seguidamente me dirijo a mi mesa de trabajo agarrando las llaves del coche y me dispongo a probar cómo suena.

-Vamos pequeño... sorpréndeme.- Pido con una cansada sonrisa esperanzada mientras introduzco la llave, piso embrague y giro el contacto.

Puedo escuchar como trabajan las bujías unos instantes antes de que el motor cobre vida rugiendo poderoso mientras lo revoluciono varias veces sintiendo su potencia.

(Primeros 10 segundos)

Satisfecho con el resultado apago la rugiente máquina al ralentí volviendo a asombrarme con lo bien que suena el motor V8 en el que el difunto Flesh estuvo trabajando dejándolo a medio terminar sobre la mesa de trabajo y que ahora terminado es una belleza siendo la guinda del pastel los dos pistones extra que le dan un total de 329 caballos de potencia que estoy seguro compensarán con creces el peso extra de las defensas y el blindaje en general. No puedo esperar para probarlo ahí fuera.

Tales Of The WastelandHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin