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>> Ian Gallagher
La puerta de la tienda se abrió de repente. Uno de los tres hermanos mayores de Mandy entraron por la puerta de la tienda. Supe en ese momento que podría tener una muerte vulgar y segura.

Mickey Milkovich gritó.

— ¡Ian Gallagher! —solté las botellas de leche y corrí para salir de la bodega principal.— ¡Te has metido con la chica equivocada!

— ¡Mierda! —expresé asustado, Mickey Milkovich corrió hacia mí con una intensidad desastrosa, pude oler en él una asquerosidad repulsiva de coraje hacia mí.

Su mano apenas rozó mi hombro, pero no me tomó con fuerza. Cerré la puerta fuertemente y Mickey Milkovich se estrelló en ella haciendo que soltara un fuerte golpe.

— ¡Sal de allí! —gritó empujando la puerta para abrirla y yo la empujé para cerrarla completamente y ponerle el seguro.— ¡Mandy nos contó lo que hiciste, pedazo de mierda!

En su voz había un tono fuerte y autoritario, tal y como toda su repugnante familia. Los Milkovich tienen la sangre pesada y en ellos se puede llegar a sentir una extra vibra negativa. Se les conoce habitualmente por su extraña manera de utilizar la violencia para todo.

Claro estaba que yo me había metido con la chica equivocada, no había sido mi intención; Mandy había sido la que se había ilusionado sola, pero eso no les importaría jamás a los Milkovich ya que Mandy contó una mierda de mentira sobre mí al rechazar su petición sexual.

— ¡Sal de ahí! —volvió a gritar molesto e insistente, la puerta rebotaba cada vez que Mickey Milkovich se aventaba contra la puerta bruscamente.

—Se ha ido —escuché que dijo Kash—. Hay una puerta trasera en el almacén.

Me tranquilicé.

— ¡Al callejón, al callejón! —alertó Mickey a sus hermanos.— Dile al maldito que esto no se ha acabado.

Escuché un fuerte sonido de algo caer, como si una estantería hubiese caído. Me mantuve en silencio por un momento y escuché con la puerta principal se cerró, no pude confiar en ese momento en absolutamente nada, Mickey Milkovich podría estar afuera y no tendría piedad de mí.

Kash tocó la puerta levemente.

—Se han ido —me dijo, suspiré y aliviado abrí la puerta, él me miró preocupado.

—Juro por Dios que no la he tocado Kash.

Kash me sonrió poniendo su brazo en mi hombro, él más que nadie sabía que yo no mentía.

Durante el día me sentí intranquilo, más Mickey Milkovich no regresó.

Alrededor de las 8PM antes de irnos me asomé por la puerta para asegurarme que podría salir sin problema alguno, más no fue así. Mickey Milkovich estaba recargado en un carro fumándose un cigarro y sus hermanos igual. Los tres parecías distraídos esperando a escuchar el sonido de las campanillas al abrir la puerta de la tienda.

—Está afuera —le advertí a Kash— ¿Qué mierda hacemos?

—Sal por la puerta trasera y entra a la camioneta, te llevaré a tu casa. —respondió asustado pero yo lo estaba más.— ¡Anda Ian, rápido! Entra mientras yo esté cerrando.

Asentí y salí corriendo por la puerta trasera.

— ¡Kash & Grab! —gritó Mickey Milkovich rápidamente— ¡¿Dónde está el pelirrojo?!

Kaso jaló la rejilla de protección de la puerta de la tienda y rápidamente entré por la puerta trasera derecha sin que ellos me viesen.

— ¡Hey Kash & Grab! ¡Sólo lo está empeorando! —insistió Mickey Milkovich intentando tener alguna respuesta de Kash, más él se mantuvo en silencio hasta llegar a la camioneta. Entró.— ¡Está bien, está bien! Lo vamos a encontrar. ¡Eh, Kash & Grab! Mañana. Cuando abras tu mierda de tienda.

Pude notar a duras penas que Mickey Milkovich se incorporaba para marcharse y sus hermanos le seguían el paso, a pesar de ser de baja estatura a comparación de ellos, él es un Milkovich más atemorizante.

—Se han ido —informó Kash a los segundos de subirse.

Al llegar a casa entré al cuatro y miré el rostro jodido de Lip. Su labio estaba roto y su ojo izquierdo estaba medio cerrado por la hinchazón.
Nos miramos por unos segundos y ninguno de los dos dijo nada porque cuando estuve apunto de hacerlo sonó la puerta. Por mi mente podrían haber pasado todos los nombres de mis vecinos, pero al repasar la lista el primer nombre en ella se trataba de Mickey Milkovich, resaltado en marcador fosforescente y comercial anunciando a un ganador de lotería.

Lip y yo nos asomamos por la ventana de nuestro cuarto, era Jimmy quien estaba caminando hacia su auto y Mcikey Milkovich con sus hermanos se acercaban a él, gritando.

— ¡Hey, tú! ¿Viste a Ian allí adentro? —preguntó Mickey Milkovich.

—No está en casa —respondió Jimmy sin verle a la cara.

— ¿Sabes cuándo va a volver? —insistió.

—No, viejo. No tengo idea.

—Sí, como digas maldito.

De repente Mickey Milkovich volteó hacia la ventana y nosotros rápidamente esquivamos la mirada mientras nos tirábamos al suelo esperando que no nos hubiese visto.

— ¡Oye, Lip! ¿Cómo está tu labio? —gritó, apenas y podíamos respirar del miedo— ¡Dile a la mierda de tu hermano que lo estamos esperando!

No mostramos más la cara y dimos por hecho de que ya se había ido o se iría. Lip se sentó en la cama y comprendí rápidamente sus golpes en la cara, habían sido por mi culpa.

—Siento mucho que te hayan pegado en la cara —dije arrepentido.

—Está bien —respondió encendiendo un cigarro.

— No le he hecho nada a Mandy —admití.

—Lo sé Ian, pero sus hermanos creen que sí.

— ¡O sea, ella intentó violarme y me la quité de encima y ahora está enfadada! —comenté recordando la noche anterior.

—Bueno, quizás eres el único chico que no ha intentando tirársela —dijo, el comentario me hizo gracia pero la situación le esfumó el chiste.

—Ella empezó a gritar y a llorar.

—Al final tendrás que recibir la paliza, ¿no crees?

—Sí. —suspiré asustado buscando protección en Lip, ¿por qué habría yo de tener que recibir la paliza? ¿Por el simple hecho de que no pueda tener sexo con mujeres? ¿Por ser gay?— Lo sé.

A la mañana siguiente me cambié, tomé el bate de béisbol y me dirigí a casa de Mandy Milkovich para hablar, no estoy en condiciones paramorir tan joven.

Lip tocó mi espalda asustándome, miré a Mandy salir de su casa y le di el bate a Lip para que me cubriera por si Mickey Milkovich salía.

— ¡Mandy! —dije, toqué su hombro para girarla hacia mí pero con tan sólo escucharme me miró.

— ¡Aléjate de mí pervertido! —gritó apartando mi mano con la suya— ¡Eres hombre muerto Ian Gallagher, jodidamente muerto!

Me señaló con el dedo decidida y comenzó a alejarse deprisa, me asusté. Habría que encontrar la manera de detenerla para hablar con ella, dejarle en claro que yo no la había rechazado por algo respecto a su apariencia o personalidad. La cosa es que todo debía quedar claro para que toda su familia no intentara matarme la próxima vez al verme.

— ¡Soy gay!

Ella se detuvo al escucharme y se giró a mirarme.

Gallavich >> Ian & Mickey [Fanfic Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora