Capítulo 27 | Fuego con Fuego

Start from the beginning
                                    

—Tienes cara de una chica distraída.

Reí un poco junto a él, mientras bajaba las escaleras a su lado.

— ¿Quieres jugar? —se apresuró a preguntar.

— ¿Jugar?

—Sí, la mesa estará disponible en unos segundos.

¿Mesa? ¿Era este uno de los juegos universitarios?

—No, no puedo.

—Si me ganas, te diré mi nombre. —soltó de forma engreída.

—Uh, déjame pensarlo.

Fingí estar interesada mientras con mi vista recorría el lugar. Había mucha gente a nuestro alrededor pero mucha más se juntaba alrededor de una mesa a unos metros nuestro.

En ese momento, cuando consideré la idea de negarme, la figura de Damon bajando las escaleras llegó a mi vista, se veía calmado, tranquilo y desinteresado.

Sin siquiera mirar a su lado, donde me encontraba a tan solo unos metros de él, comenzó a caminar hacia la dichosa mesa para terminar sentándose en un sofá muy cerca, casi al frente. Las chicas no tardaron en llegar a su lado.

Él se mantenía tan tranquilo.

¿Por qué se veía tan tranquilo? ¿Por qué si me había dejado hecha un lio a mí? Esto no era justo.

Me golpee mentalmente, tratando de llenarme de valentía. Él había sido muy arrogante esta noche y claro que le haría caso, una vez más, aunque yo fuera una pieza de un juego para él, seguiría sus indicaciones.

Me divertiría esta noche, así que con la autoestima hasta el piso...hasta el piso 100 de un edificio en Dubái, me acerque a la mesa de juegos, lista para demostrar que yo tampoco era la típica chica.

Que no me iría a llorar, que no correría esperando que me atrapase, porque él quería jugar con fuego. Había estado jugando con mis emociones y sentimientos, sabía que él lo sabía.

Después de todo, era Damon Vans, la persona que lo controla todo.

Si me hubiesen preguntado si alguna vez robaría autos o incluso si me gustaría meterme en una fiesta de universitarios, a los catorce años, hubiese dicho que estaban locos, pero no ahora, no cuando he hecho todo eso y más, no cuando mi vida y mi ser cambio desde esa noche, cambie por mí, por ella, en honor a ella.

Debía ser valiente, darle cara a mis problemas.

Al acercarme a la mesa pude sentir la mirada pesada de Damon así que decidí ignorarlo, junto a mi lado se puso el chico de hace unos minutos, quien iba sonriente.

— ¿Y Esta pequeña hermosura? —preguntó un chico llena de burla.

Me acerque a él con coquetería para luego soltar con seriedad.

—Esta pequeña hermosura podría cortarte la lengua si quisiese.

La sonrisa del chico se cerró por completo, ahora sonreía sin dientes, como si hubiera ganado su aprobación.

—Bien, la pequeña hermosura se une al juego —comunicó a todos los chicos al alrededor.

Había muchos como para describir cada uno, entre las chicas había dos rubias y dos castañas, todas me miraban con recelo.

— ¿Quiénes continuaran el juego? —preguntó el rubio, divertido.

— ¡Yo! —se escucharon muchas voces que se unían al juego sin objeciones.

—Oh, esperen, repetiré las reglas —se aclaró la garganta —frente a mi hay una pirámide de vasos, conocen el juego pero para los que no saben, hay dos equipos que rotarán, los que lanzan la pelotita y su equipo enemigo que bebe si la pelota acertaba. No cambian de sitio hasta que la pelota haya caído fuera de un vaso, así que si uno tiene una excelente puntería, prepárense para olvidar hasta sus nombres, oh, por cierto, ya saben, el premio son siete minutos en el paraíso así que solo los solteros pueden jugar...

Prohibido Enamorarse de Dulce ©Where stories live. Discover now