capítulo 8: bar de muerte

Comenzar desde el principio
                                    

De: mi francés

Me siento tan mal... bueno, ¿quieres ir a una fiesta hoy?

¿Cuándo fue la última vez que me invitó a una?

De: yo

Voy, y no pases tan tarde a buscarme

Apago el celular y me tumbo en mi cama. Me quedo mirando el techo, donde están esas estrellitas que puse cuando tenía 12

¿Dónde estará mi yo de hace 2 años que decía que sería imposible que saliera de fiesta y hablara con Loud?

Ja, para ponerlo a tragarse todas sus palabras

La verdad, estoy sorprendida por cómo han pasado las cosas hasta ahora. Es increíble que seamos amigos tan naturalmente y que mis sentimientos aún sigan ahí. Desde un principio no tengo muy clara sus intenciones, tal vez se acercó a mí por una apuesta, para romperme el corazón, para ver si soy tan débil o, simplemente, de verdad queire ser mi amigo

El único problema en todo esto es que, mientras más pase el tiempo, más me gustará. Yo me conozco y sé lo vulnerable que soy en estos asuntos. Pero por ahora me conformo con su amistad que es de las pocas y mejores que estoy teniendo

Si Lily escuchara esto me matara

La cosa es que, para bien o para mal, ya es parte de mi vida y quiero que lo siga siendo... ¡muy cursi de mi parte!

En fin. Golpeo la cama en forma de despedida y me levanto estirando mis brazos, bostezo y me paro frente a mi armario a sufrir por la salida y la poca ropa que tengo para la actualidad

Que alguien te saque de compras, por favor

¡por favor!

(.......)

-¿qué se supone que deba hacer aquí? -observo por décima vez el bar de mala muerte

-emborracharte y enrollarte con el primer tipo que encuentres

-no va conmigo, la verdad

Sólo a Daniels se le podría ocurrir traerme aquí, más sabiendo lo miedosa que soy y la reputación de éste bar

-no está en discusión, la verdad -me arrastra hasta dentro en contra de mi voluntad

¡oh, Dios mío! Que alguien me salve

Hoy no es día de maldiciones

Las luces de colores se ven por todos lados, el olor a sudor y algunas sustancias que mejor no menciono llegan directo a mi nariz, como si de una bofetada en esta se tratara. Y, respectivamente, debo decir que detesto este ambiente y descuido

-MAYA

-DIME, LOUD -grito. La música retumba en el lugar

-¿QUIERES UNA CERVEZA?

-¡sorprendeme! -digo esperando que haya escuchado

Asiente y me deja en medio de aquel lugar, creo que en plena pista y sin nadie. Bien, me quedaré aquí y no pasará nada

Observo el lugar como si fuera lo más interesante que hay: las personas casi desnudandose con un baile, otras tragándose en una esquina y otras fumando lo que todo mundo sabe

Mi estúpido playboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora