Eclipsed heart» h.s

Capitulo 3

Alice
En el momento en que tu "collar" escoge a la persona ideal para ti comienza a iluminarse cuando estas frente al otro collar, y valla que mi collar se había equivocado.

Frente a mi se encontraba un hombre de no mas de veintiún años, acompañado por dos guardaespaldas. Su cabello era una mata de rizos castaños, sus ojos de un verde hipnotizante y ni hablar de su estatura, me ganaba como por lo menos cuatro cabezas. Ah, y claro que llevaba traje.

-Uno de mis guardias me ha notificado que has intentado robar en una de mis tiendas ¿es cierto eso?- dijo observándome siempre con su intensa mirada.

Fue ahí en donde recordé los pasados acontecimientos.

Intentaba obtener los medicamentos de mi padre y Zayn me acompañaba; pero ¿donde estaba Zayn?

Pero lo mas importante era que yo conocía a la persona que estaba frente a mi, como no, Harry Styles. Había escuchado a mi padre hablar sobre el un millón de veces, era posiblemente el hombre mas poderoso de la ciudad, dueño de la mayoría de las tiendas y edificios de la ciudad y todo gracias a la gran fortuna de su padre. Pero mi padre siempre se quejaba diciendo que tan solo era un niño de papi; un mujeriego que apenas se esforzaba y obtenía todo lo que quería de su padre.

-Yo te conozco- le dije un poco aturdida por la situación.

-Por favor nena, no seas estúpida ¿quien no me conoce?- dijo mostrando una sonrisa presumida- Ahora dime ¿Hiciste las cosas de la que se te acusa si o no?-

-Si- dije susurrando demasiado bajo, como cuando un niño es reprendido por su padre.

-¿Y se puede saber porque?- dijo burlonamente.

-No tenia dinero y yo solo quería...-

Me corto diciendo- Mira, creo que todos aquí ya sabemos que no tienes dinero- los dos guardias rieron silenciosamente tras de el.

Con eso hizo que estallara, no podía humillarme de esa manera.

-Eres un imbécil, no es mi culpa que tu seas un niño rico y obtengas todo lo que quieras sin el menor esfuerzo. Fuera de estas paredes hay gente que pone todo de si para apenas ganar unas cuantas monedas, gente que vive prácticamente en la miseria pero son mejores personas de lo que tu puedes llegar a ser, ¿es que acaso tu madre no te enseño a tratar correctamente a la gente sin importar que?- dije lo bastante enojada.

-¿Podrías cerrar tu boca?- gruño apretando los dientes.

Pude observar como su mirada cambiaba y se oscurecía varios tonos.

-Espero que la habitación y la mansión hayan sido de tu agrado ya que aquí es donde te quedaras desde ahora- dijo todo seriamente.

Luego de eso se marcho cerrando fuertemente la puerta provocando que saltara en mi lugar.

-¡Maldición!- pude oír como decía mientras caminaba por el largo pasillo botando uno de los jarrones que lo decoraban.

Esto no era lo correcto, después de todos estos años aparecía mi pareja ideal y era un hombre con mas dinero del que podría contar y con serios problemas de control de ira.

En ese momento recordé a mi padre, debía salir de acá, a la mierda el collar. Si no conseguía los medicamentos de mi padre su estado empeoraría, fui una tonta al dejar que me atraparan.

Sentí como alguien a mis espaldas se aclaraba la garganta.

-Disculpe el comportamiento del Señor Styles, no debió ser tan brusco con usted. De todos modos que tonta soy, no me he presentado, mi nombre es Meredith- me estrecho la mano mostrándome una sonrisa.

-He sido la sirvienta y nana del Señor desde que el era prácticamente un niño-

-Mucho gusto Meredith- respondí amablemente.

A primera vista se podía decir que Meredith era una mujer amable y amorosa, era de estatura baja, de edad ya avanzada y con unos bellos ojos azules.

-No sabe cuanto estuvimos esperando su llegada, al señor Styles le hace falta algo de compañía, bueno el en realidad siempre esta acompañado, pero me refiero a algo de "buena" compañía.

-Bueno la verdad es que no planeaba quedarme, tengo unos asuntos que resolver y-

-Oh, de hecho el Señor Styles ha prohibido estrictamente la salida de usted de la mansión-

-¿Que?-

-Tal y como escucho, tendrá que esperar a que el regrese para conversarlo con el. Pero le digo que el en realidad es un buen hombre solo quédese y lo vera-

Sin nada mas que decir dejo una bandeja con lo que parecían ser algunos bocadillos y abandono el lugar no sin antes regalarme una sonrisa.

Al terminar de comer, el reloj marco las doce por lo que decidí cerrar las ventanas.

-Zayn donde sea que estés sácame de aquí-

Y sin mas me dirigí hacia la cama para sumirme en un profundo sueño.