Los Jones, quién en algún momento pensó que la habían salvado de estar en un orfanato por dos años y después terminar tirada en la calle al ser mayor de edad y no tener un tutor.
Se volvió una pesadilla en la tierra, lamentablemente nunca soporto l...
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Miedo. El miedo es un sentimiento que todos los seres humanos sentimos, una sensación que siempre va estar presente en nuestras vidas, tal vez de diferentes formas para algunas personas.
Un ejemplo podría ser el miedo al abandono, ese sentimiento tan horrible que te ahoga cada que una persona se aleja de ti, sin razón alguna, solamente te dejan sola.
Una pequeña rubia de ojos verdes estaba acostumbrada ha eso pero, aún era su mayor miedo. Todo mundo se alejaba en algún momento de ella, como sus padres murieron, su hermana se suicidó, su hermano mayor la abandonó.
estoy demente pero soy tu bebé, ecos de tu nombre dentro de lo cabeza
La soledad es algo que te consume y si no la aceptas como compañía la aceptarás como miedo. Betty Cooper lo sabía perfectamente bien, aún que todas las personas que conocía morían o se alejaban jamás se acostumbro a la compañía de la soledad.
Cosas misteriosas pasaban en el pequeño pueblo de Riverdale, había un gran problema con el número de muertes que había, gente inocente que moría en manos de un completo desconocido.
Los Cooper fueron uno de los desafortunados; Alice y Hal Cooper fueron asesinados en su propia casa dejando solo a sus dos hijas menores como sobrevivientes, por un momento pues Polly Cooper se quitó la vida después de despertar confundida en el hospital.
Y chico por ti yo caería en desgracia, solo para tocar tu rostro
"Ellos cuidarán de ti ahora" Esas fueron las palabras que logro escuchar de una de las enfermeras antes de levantar la mirada y ver a una feliz pareja delante de ella.
Los Jones eran una rara pero gran familia pues no era un secreto que sus cuatro hijos fueron adoptados y vivían en las afueras del pueblo en una gran casa escondida en el bosque.
"Jughead es raro e impulsivo la mayoría del tiempo" le dice la morocha con una sonrisa al notar como la rubia tenía su mirada fija en él joven de cabello azabache que agarraba la flecha.
Una familia que parecía completamente normal, una pareja de casados, cuatro hijos; dos hombres, dos mujeres, viviendo en una hermosa casa en el bosque.
"deberías de correr antes de que mi flecha termine en tu garganta" la rubia ignoro por completo el comentario del chico alejándose lentamente, pensando en los problemas de irá que tenía el morocho.
si te vas... te rogaría de rodillas para que te quedes
Los Jones, quién en algún momento pensó que la habían salvado de estar en un orfanato por dos años y después terminar tirada en la calle al ser mayor de edad y no tener un tutor.
Se volvió una pesadilla en la tierra, lamentablemente nunca soporto la soledad, pero si el dolor que parecía que cada vez dolía menos. Se había acostumbrado a no preguntar por los gritos que se escuchaban en la noche.
Termino justo como lo dijo la morocha detrás del chico de ojos azules que la alejaba cada que podía como si ella fuera lo más irritante del mundo, mientras ella inocentemente pensaba que lo estaba haciendo cambiar.
No me culpes el amor me enloqueció, si no es así no lo estás haciendo bien.
"¡No me digas que hacer!. Tu elizabeth no puedes ser tan tonta, nosotros cuatro somos perfectos a ti te sacaron de ahí para que seas su compañía, eres el regalo de cumpleaños de Jug". la chica de ojos verdes quedó totalmente sorprendida al escuchar eso salir de sus labios.
Ella llego para cambiarlo, ilusamente penso que era algo que podía hacer, por eso la sacaron de ahí para calmar al mayor de los chicos Jones, nunca pensó que él estuviera tan enfermo.
estoy tan drogada, oh casa vez que tú, cada vez que tú me amas
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