Padmé y Anakin

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- Sabes que me encanta que nos visites, pero se que pasó algo, ¿Me quieres contar?- estar sentado frente a su abuela Padme era tan reconfortante, había extrañado tanto el estar ahí.
- Nanny, ¿Cómo supiste que estabas enamorada de mi abuelo?
- No creas que no me doy cuenta, se que estás tratando de desvíar el tema- Padmé dió un largo suspiro mientras le pasaba la taza de té -Cuando ví por primera vez los ojos azules de tu abuelo supe que me podía perder en ellos sin problema. Era tan apuesto, él siempre bromea, acerca de que yo me había enamorado de él a primera vista, pero no es cierto, el primero que me dijo que parecía un ángel fue él.
- ¿Te dijo que eras un ángel?
- Si, en una fiesta a la que fuimos cuando el todavía era parte del equipo de un Senador muy importante.
Su abuela puso un plato con galletas frente a él mientras la escuchaba atentamente.

Anakin era parte del equipo del Senador Palpatine, Padmé a pesar de ser tan jóven, era una voz incómoda para muchos, su lucha para que las mujeres tuvieran mejor acceso a la educación y una salud digna en lugares remotos del país fue tomada como una afrenta. En muchas ocasiones ellos se habían visto en las galas a beneficio a las que el senador asistía para ganar electores que eran a las que Padmé iba a protestar.
- ¿Vienes a espiar? - Padmé sabía de las artimañas sucias de los políticos, verlo en esa fiesta donde claramente no encajaba la hizo sospechar.
- Oh, no, claro que no, me invitó un amigo.
- ¿Que amigo?
- Obi Wan, él me invitó - Padmé fue a buscar a Obi para preguntarle por el chico, ambos fueron a su encuentro.
- Anakin, perdón, mira ella es Padmé, Padmé él es Anakin - ambos se dieron la mano de forma coordial - Anakin es como un hermano para mí.
Odiaba sospechar de todo el mundo, pero era imvetable más después de todas las amenazas que recibía.
Quería alejarse de todo así que se fue a un balcón,está concentrada viendo el cielo estrellado que cubría Naboo, si algo amaba de su hogar era su hermoso cielo, siempre era tan nítido, algunas veces creía que podía tocar las estrellas con tal solo estirar la mano.
- Perdón por molestar - supo por su voz quien era, ella no negaría que el chico le parecía atractivo, esos ojos azules eran tan hermosos, era una lastima que estuviera cerca de Palpatine.
- No me molestas, perdón por ser hostil, solo que bueno tu jefe no es ni mayor fan.-ella se pasó una mano por sus rizos, mientras sus ojos castaños lo veían, estaba seguro que cualquiera podría matar por esos ojos, por un momento sus labios llamaron su atención, eran perfectos.
- Yo si soy tu fan - un ligero rubor alcanzó las mejillas de Padmé-tu lucha es necesaria, me gustaría ayudarte.
- Estás con mi mayor opositor - el chico se quedó pensado en lo cierto de esas palabras.
- No por mucho tiempo, pero hoy no hablemos de eso hay que hablar de otras cosas, déjame conocerte- el había tomado sus manos entre las suyas y se sentía tan bien eran cálidas y fuertes.
- Está bien, de que quieres hablar.
- ¿Que haces sola aquí afuera?
- Veo el cielo, me fascina verlo, me imagino como sería estar allí y poder ver más de cerca las estrellas.
- Quizás te llama la atención, porque provienes de ahí.
- Perdón- ella sonreía divertida por el rumbo de la plática.
- ¿Que no eres un ángel?- los ojos azules de Anakin estaban fijos en ella.
- No lo soy, no tengo alas.
- No hacen falta las alas, solo un gran corazón, tú lo tienes.
- y tú ¿Qué haces aquí?- quería pensar que era por ella, no sabía que pasaría después, pero nunca en su vida habia sentido esa necesidad de estar tan cerca de una persona.
- Quería acompañarte - en ese momento Padmé sintió que el aire estaba ausente de sus pulmones y que no tenía forma de hilar una conversación coherente.

Estaba hipnotizado por ella, por sus hermosos ojos castaños, por sus rizos, por la forma en la que ella reía de los chistes malos que él contaba, no podía hacer otra cosa más que poner atención a todo lo que ella decía y los gestos que hacía para grabarlos en su mente. La emoción en su voz era palpable más cuando platicaba de todo lo que quería lograr. Cuando todo termino Anakin se ofreció para llevarla a su casa, no quería alejarse de ella, era como un pequeño insecto sintiéndose atraído a la luz. En el camino él le dió su abrigo para cubrirla de la brisa de la madrugada, una simple caricia en sus hombros provocó que Padmé soltará el aire en forma de suspiro. La noche fue perfecta solo hacía falta algo, algo que ella se había negado a admitir, añoraba probar el sabor de los labios de Anakin, era tonto pero no podía evitarlo quería un beso de esos labios, recorrió su rostro con la mirada mientras se acercaba un poco más, esperaba que él leyera sus movimientos y la besara. Una ráfaga de viento muy fuerte paso entre ellos provocando que Anakin la abrazara contra su pecho, lejos de romper el momento se sintió más cerca de él, sus corazones latian de forma irregular. Las manos de Anakin estaban sujetando su cintura, esa parte la hacía sentir tan segura, Padmé paso sus manos por el pecho él hasta llegar a su cuello, se acercó un poco más, hasta que sus labios se tocaron al fin y una corriente eléctrica recorrio su cuerpo, fue suave y perfecto.

- Ustedes son únicos, pocas personas pueden conocer el amor, no creo que mi mamá y mi papá se amén así, sin peleas
Padmé se rió ante la declaración de su nieto.
- No somos perfectos, nos hemos peleado tanto, algunos días pensé que no lo lograría, pero después hablábamos y todo mejoraba, luchamos por esto, por nuestra familia. Al final el amor es un acto de fe.
- Al menos estuviste en la vida de mi mamá y mi tio.
- Juzgas demasiado severo a tu madre, ella buscaba un mejor mundo para ti, igual que en su momento lo busque para ella y tu tío, fui una madre ausente, me arrepiento de faltar tantas veces, me eche la culpa cuando se caso en secreto y no pude estar ahí, entendí que nuestro orgullo me haría perderme cosas importantes de ella otra vez, entonces ví como se amaban,creeme Ben, tus padres también se aman, puedo reconocer el amor cuando lo veo, así como tú y esa chica que trajiste a mi cumpleaños, ¿Rey cierto?

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