Hitoya ¹

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El gran abogado rara vez tenía tiempo para él mismo. Siempre se la pasaba buscando a quien ayudar o trabajaba en los caso que tenía. La falta de tiempo, fue una de esas tantas cosas que le impedían encontrar a su chica soñada. Claro que no le preocupaba del todo, pues ser un hombre libre también tenía sus ventajas.

Fue hasta que, en un día de "junta" con su división en un parque de Nagoya, cupido hizo de las suyas al mostrarle a una mujer joven y muy hermosa a su parecer.

Se acercó como todo un galán e inició la conversación con un simple "Hola, buenas tardes". Minutos más tarde, descubrió que con ella se encontraban también dos pequeños. Mellizos de aproximadamente 3 o 4 años.

Recibió una llamada del líder de su división y se disculpo con la pequeña familia, no sin antes intercambiar su número con la mujer.

Ese día, más tarde, la llamó e invitó a salir. Eso sí, con todo y pequeños, pues sabía que si quería a la madre, esta venia con paquete.

Desarrollaron una relación muy agradable. Siempre se la pasaban riendo y los pequeñines lo amaban y se burlaban de su peculiar peinado a veces.

La mujer se estaba enamorando, pues descubrió en el un hombre totalmente diferente a lo que esperaba y conocía, por lo que no pudo contener sus sentimientos.

—¡______-san! ¡Hola!

—¡Jyushi!— exclamó ella dándole un abrazo al chico —Tanto tiempo sin verte, ¿cómo estás?— preguntó cuando se separó de él.

—Muy bien, gracias. ¡Hola pequeños!— saludó a los pequeños.

—¿A donde vas, Jyushi?

—Me reuniré con un par de amigos. Mi división en realidad.

—Ah si, perteneces a Bad Ass Temple, ¿no?— asintió —Nosotros ibamos al parque, ya sabes que este par no pueden estar un día encerrados en casa.

—Si, lo sé. ¿Puedo acompañarlos? De hecho también iba hacia el parque.

La mujer asintió y comenzó a caminar junto al chico y sus hijos. Al llegar al parque, vio caras conocidas.

—¿______?

—¡Señor Amaguni!— gritaron los pequeños soltando el agarre de su madre y corriendo hacia el mencionado.

—¡Hola pequeños!— él se agachó a su altura y los saludó.

—Hitoya... Que sorpresa.

—¿Ustedes se conocen?— preguntó sorprendido Jyushi.

—¿Tú que haces aquí?— alguien más se estaba uniendo a la conversación nada más y nada menos, que el líder de la división de Nagoya.

—Un momento— dijo Hitoya retomando su postura —, ¿cómo es que todos aquí se conocen?

—¡Ha! Ella me dio un par de "sesiones de terapia" en la secundaria. Es buena persona pero, un fastidio como psicóloga.

—Y Kuko fue mi estudiante y paciente más problemático.

—¿Y Jyushi?

—Mi abuela cuidaba a los pequeños, cuando ______ y Max...

—Suficiente Jyushi, no creo que al abogado Amaguni le interese mucho ese tema. Eh... fue un placer verlos a todos, nosotros nos vamos. Niños, despidanse.

Algo estaba pasando aquí, y ante los ojos de los jóvenes era sin duda una atracción entre ambos conocidos.

Le sacaron mucha información importante a Hitoya, dándose cuenta que aquella chica lo traía vuelto loco. Así que, ahora debían descubrir la verdad de ella.

NAGOYA DIVISION | ONE SHOTSWhere stories live. Discover now