AULLIDOS DEL BOSQUE © -|EN PAUSA|-

Capitulo 18

Yo no tenía la culpa de que ella se comportara como una arrastrada cada vez que Dylan estaba cerca.

Mis pies se movieron por sí solos buscando mi botella con agua, dirijiendome  a grandes sancadas donde se encontraba Dany extendiendome la botella,se la quité de las manos habriendola desesperadamente tomando rápidamente el contenido sintiendo  la rica agua, refrescar mi seca garganta.

— Has mejorado mucho, pero aún te falta poco.—dijo Dany con una sonrisa, mientras me tumbaba asu lado.

— haces que suene muy fácil cuando no lo es.—señalé agotada, quitándome algunas hojas de mi cabello hecha una coleta alta y desarreglada.

— al menos eso es lo único que te queda.—agregó encogiendose de hombros.

Y en verdad me alegraba,ya qué también me han enseñado todo lo básico de un hombre lobo y lo relacionado con una manada.

— creo que me urge un baño y un cambio de ropa—señalé mi cuerpo a Dany y ella sólo hizo una mueca de asco, le golpeé el brazo levemente por su descaro.

— Puedes irte si quieres.—sugirió levantándose.— ya el entrenamiento a finalizado.

Voltié a mirar ami alrededor observando que todos se retiraban agotados.
El cielo ya se tornaba oscuro anunciando que la noche caería en un par de horas.

— vendrás conmigo?

Ella negó con la cabeza

— debo quedarme unos minutos más para checar algo.—dijo alejándose de mí, moviendo sus manos para que me vaya y así lo hice poniéndome en marcha a la enorme casa de los padres de Dylan, ansiando que el agua quitara la tierra, sudor de mi cuerpo y mi espalda tocara la suave manta de mi cama.

— Se le ofrece algo mi niña?..—preguntó la señora Lara (la nana) apareciendo con un mandil puesto y una zanahoria en las manos, saliendo de la cocina.

Yo negué

— muchas gracias, pero lo único que quiero es darme un baño.—ella me miró de pies a cabeza comprendiendo mi estado de higiene.

— si deseas algo no dudes en venir a pedírmelo.—dijo con una sonrisa volviendo a dónde salió.

Con lo poco que la conocía me agradaba cada vez que venía aquí a trabajar.
Los padres de Dylan me explicaron que ella era casi parte de la familia que cuidó de sus hijos mientras que ellos no estaban y así la señora Lara se acostumbró convivir con todo ellos mientras que  ayudaba con las tareas del hogar sin que  nadie le ordenara hacerlas.

Ya en mi cuarto me despojé de mi ropa sucia y me metí al baño para darme una ducha.
Un suspiro salieron de mis labios cuando la fría agua tocó mi blanca piel relajando cada parte de mi cuerpo sintiendo que la suciedad se hiba con cada enjabonada que me daba.
Perdí la noción del tiempo que me había bañado, pero sabía que había tardado, porque mi piel se estaba arrugando y el frío se hacía cada vez más presente, así que  rápidamente salí vistiéndome con mi ropa interior, un chorts corto negro y una blusa de tirantes color blanca.
La tentación de la enorme cama de mi cuarto me llamaba a gritos que la probara.
Solo dejame decirles que mi cuerpo calló como una roca al poner mi cabeza en la almohada después de cubrirme con la suave manta,de ahí todo a mi alrededor se oscureció.

[.....]

El rugido de mi estómago pidiendo comida me hizo despertar perezosamente de mi larga siesta.
La noche ya había llegado viéndose desde la ventana abierta y el aire frío mover las cortinas.
Un bostezo salieron de mis labios mientras que salía de mi habitación y me dirijia a ingerir algo de comida para que mi estómago dejara de rugir.
Mis pasos eran silenciosos tratando de hacer lo posible para que las escaleras no crujieran al pisarlas.
Ya en la cocina evité encender la luz para así estar a oscuras aunque los rayos de la luna iluminaban poco el lugar,no comería la gran cosa,estaba decidida en solo hacerme un sandwich.