Poco antes de llegar a su edificio, se encontró una escena poco común. Era YeonJun despidiéndose de una chica que estaba entrando a un taxi.

Se acercó para ver a YeonJun tomar el camino del que BeomGyu venía, y se detuvo en seco cuando lo observó ahí. BeomGyu se cruzó de brazos y lo miró esperando una explicación. Sabiendo que había una historia y que además podía sacar provecho de eso, el mal humor de BeomGyu estaba evaporándose, así que todo era simple actuación.

—¿Y bien?

YeonJun miró al rededor antes de acercarse más para hablar.

—Yo... Iba a ir por tí, ¡lo juro!

—¿Ibas a ir? ¿Pues dónde demonios estabas?

Oh, sí, hacía mucho que había dejado la formalidad con YeonJun, con suerte lo llamaba "hyung" de vez en cuando.

—Es una larga historia, pero... —pausó cuando BeomGyu alzó una ceja —. Bueno, yo estaba...

Hacía ademanes y muecas que indicaban que no iba a hablar, por lo que BeomGyu hizo una expresión de fastidio y caminó hacia el edificio. YeonJun le siguió el paso.

—Bueno, pero me debes un café. Los chicos se fueron sin mí.

—Gracias, Beomie —suspiró con evidente alivio.

BeomGyu se preguntó qué había pasado, pero en realidad una duda más importante llegó a él.
Una vez llegaron al edificio, hizo saber su pregunta.

—Bien, entiendo que no quieras contarme todo, pero por lo menos dime por qué no me avisaste. Sabes que mentiría por tí.

Saludaron a los trabajadores antes de subir al ascensor.

—No es que no sepa eso —su voz sonó más suave y dulce que de costumbre —, sólo que en verdad no iba hacer nada... —pausó, al parecer pensando en acomodar sus ideas —. Es que yo realmente iba a estar contigo mientras ellos no estaban, pero hubo un inconveniente, se me fue el tiempo y bueno...

—Al menos avisa, sólo eso —suspiró, se sentía cansado.

—BeomGyu, quería pasar el tiempo contigo...

El menor lo miró sin poder creerlo.

Lo había dejado abandonado, lo había envuelto en una mentira, que si bien no grande era simplemente ridícula y además de eso se atrevía a insinuar que tenía ganas.

Wow. Gran hyung.

—Pues mal por tí, los chicos no deben tardar.

Pero darse cuenta que había usado aquello como excusa cuando en realidad estaba cansado y él no tenía ganas lo hizo sentirse extraño consigo mismo. No le debía nada a YeonJun, no era su muñeca inflable.

Además, últimamente sólo por eso hablaba con él.

Pensándolo así, que maldito.

Bien, quizá BeomGyu sí comenzaba a enojarse, pero en su defensa era el sueño el que actuaba por él.

YeonJun murmuró otras disculpas pero sinceramente BeomGyu pasó de ellas. A penas llegaron al apartamento, el menor se dirigió hacia su habitación directamente a dormir.

Sweet learning [ YeonGyu ]Where stories live. Discover now