FAKE PROTAGONIST

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¡Evitalo!

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—¿Q-qué crees que haces Jess?

La oscuridad abismal que se encontraba gobernando esa pequeña habitación obligaba a que mis ojos inspeccionen dudosos lo que sucedía alrededor de mí, aunque mis sentidos no estan del todo de acuerdo con ello por lo que rectificaban lo contrario, alcanzando así a notar una tibia respiración cada vez más cerca de mi cuello, causando que la mía se torne más pesada e indomable que antes.

—Sé perfectamente lo que sientes por mí, Adora, eres muy mala guardando secretos.

La calidez y húmedad de sus labios se vuelven feroces, mientras cautelosamente susurra aquellas palabras cargadas de algo que ni yo, ni ningún otro ser puede describir en su totalidad...

—Sé perfectamente como hacer que tu cuerpo siga pidiendo más de mi.

Sus manos, aquellas que se aseguraban de que las mías estuviesen sobre mi cabeza todo el tiempo posible, las dejan ir y con ayuda de unos dedos suaves y delicados recorren sutilmente parte de mi busto y mi ombligo, se dirigen ardientemente a mi cintura delgada, que al llegar a ella es apretada deliciosamente y acariciada de forma que cosquillas en mi interior se manifiestan.

Apega más su rostro al mío mientras aprieto con lustre desesperación sus hombros con mi tacto y su peso me vuelve sumisa a ella y a la pared en la que nuevamente me encuentro prisionera.

Comienzo a sentir calor, partes de mi se encuentran eufóricas y en un inútil proceso de sincronización con mi razonamiento, y mi mente, mi mente...

—Luces hermosa aún en estos momentos Adora, tu desesperación por estar sumergida en mi te hace lucir malditamente perfecta.

En ese instante se detiene y junto a ella mi corazón.

Me dedica una sonrisa, que no sé si calma mi sofocante caso de tensión y aclama.

—Eres perfecta...

...

—F A K E P R O T A G O N I S T—

[Adora]

Los golpes que se emiten sobre la cama, más los gritos de la que borrosamente deduzco que es mi mejor amiga r tumbando en mi oído me levantan de mi inexplicable y caliente sueño.

—Adora ¡Adora despierta! Mierda Adora.

—Eh que ¿Qué pasa?

—¿Qué pasa? ¡¿Qué pasa?! ¡Pasa que debiste haberme despertado hace una hora Adora!

—¿Eh?

Mi mente sigue del otro lado así que no logro entender lo que dice, pero por la forma tan brutal con la que se rasca esa cabellera negra recién lavada, diría que está enfadada, muy enfadada.