🌆 OS - VIII OFICINA 1/1 [+18]

Start from the beginning
                                    

Y ahora al fin tenían la oportunidad.

Ambos se besan eufóricos, toda la tranquilidad y la paciencia que querían demostrar del mayor se cayó desde ese piso hasta el suelo por la necesidad de tocar al pecoso. Un sentimiento contagioso que el pecoso había demostrado sin pudor desde que entró por esa puerta.

- Huff... mhm...

Jadean por la falta de aire, sus ojos están brillando y eso atraía al otro. Sus manos son escurridizas así que reexploran el cuerpo ajeno para recurrir al placer.

La cabeza del mayor baja por su clavícula y abdomen, mordiendo y besando a su chico moreno. Saboreándolo como una barra de chocolate, Tadashi podía sentir como se derretía con cada toque.

Llegó hasta su pelvis y Tadashi pudo adivinar el siguiente movimiento del director. Suspira más fuerte al sentir la lengua en su miembro, tenía la vista más excitante que una pudo imaginar.

Tener la cabeza de su amante entre las piernas era un deseo que se cumplía cada vez que tenía sexo con él. Cuando lo ve se excita aún más, Tsukishima lo molestaba con que ese es su fetiche.

El rubio seguía subiendo y bajando su boca, a veces lo hace de manera brusca para sentir los gemidos más altos del pecoso, que sabe muy bien que le gusta que lo trate de manera tosca y dominante.

Cuando vio que el menor estaba por venirse, dejó hacerlo y sonrió de manera traviesa mientras se limpiaba la boca con su muñeca. Luego levanta los pecosos muslos para dejarlo totalmente expuesto.

Sin rodeos, empieza a lamer la entrada del peliverde. Sorprendiéndolo por esa acción, muy pocas veces lo hacía de esa manera y sabía muy bien que no podía resistirse a ese placer tan sofocante, tenía miedo de desmayarse por ello.

- T-Tsukki no... P-Para por favor - trataba de jalar los rubios cabellos del otro, sin éxito alguno.

- ¿No querrás decir que "siga"? - continúa luego de hablarle con una pregunta sarcástica.

El peliverde muerde la manga de su camisa con sus ojos llorosos mientras que su otra mano se sujetaba del borde del escritorio.

- ¿Jugaste con él anoche? - lame dos de sus dedos y lo mete profundo en el secretario.

- Ah~ Y-Yo - se le corta la voz con suspiros por el movimiento de tijeras que hacía el rubio en su interior - ¡Ah! ¡S-Sí! Lo h-hice pensando en ti d-director - le solloza al mover ligeramente sus caderas.

Sonríe maliciosamente al escuchar su respuesta. Le da un par de mordidas en sus muslos, recibiendo un par de quejas y gemidos del menor.

- Yo también te extrañé mucho - al terminar de besar sus muslos dirigirse a su oreja a susurrarle aquello.

Eso conmovió al pecoso y lo miró tiernamente, acercan sus labios lentamente. Toda la sensualidad que hubo entre ellos pasó a segundo plano, mostrando sus facetas más tranquilas y honestas.

Duraron un poco más así, sonriendo para el otro y dando más caricias que los hacían adentrarse en el sentimiento de comodidad y amor. No importaban si están sobre la mesa y en la oficina, sintieron como se perdían ante ese espacio y se concentraban en la persona que tenían adelante.

Inevitablemente, su lujuria está esperando en segundo plano, y esas caricias no hacían más que aumentar sus ganas de seguir hasta el final y disfrutar ese acto tan sensual que estuvieron esperando desde hace algún tiempo.

- Tsukki... M-Mételo, por favor...

Sonrió suave ante la petición de su amante. Sólo hizo caso omiso ante ello, le besó la frente al meter la mitad lentamente, se deslizaba facilmente. Yamaguchi ya no lloraba como al principio de su relación sexual; es un progreso que pone muy orgulloso al rubio, porque ya conocía su cuerpo y el ajeno, qué comportamientos y cuidados debe tener con el peliverde. Se dieron cuenta que al principio no todo debía salir perfecto y que debían esperar algo de tiempo. Yamaguchi también reconoce que Tsukki es más atento que al inicio. Además, parecía todo mucho más fluido entre conversaciones y acciones.

𝘛𝘴𝘶𝘬𝘬𝘪𝘠𝘢𝘮𝘢 𝘏𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 [𝘏𝘢𝘪𝘬𝘺𝘶𝘶!! | 𝘛𝘚𝘒𝘠𝘔]Where stories live. Discover now